El niño atrapado desde el martes 15 de febrero en un profundo pozo seco en Afganistán murió este viernes momentos después de haber sido extraído con vida por los equipos de emergencia.
El menor de entre cinco y seis años, que se llamaba Haidar, "nos dejó para siempre", tuiteó Anas Haqqani, alto consejero del ministerio del Interior; "es un nuevo día de duelo y tristeza para nuestro país", agregó. A su vez, Abdulá Azzam, secretario del viceprimer ministro Abdul Ghani Baradar tuiteó: "Haidar ya no está con nosotros".
La agencia AFP reportó que el viernes 18 de febrero por la mañana (tiempo local de Afganistán), los equipos de rescate lograron llegar hasta el niño, que había caído a un profundo pozo en el pueblo de Shokak, en la provincia de Zabul, a unos 400 kilómetros al suroeste de Kabul.
El abuelo de Haidar, Haji Abdul Hadi, de 50 años, dijo a la AFP que el niño resbaló en la cavidad cuando intentaba "ayudar" a los adultos a perforar un nuevo pozo, en este pueblo azotado por la sequía. Según fuentes oficiales, el pequeño cayó a 25 metros de profundidad, y luego, con una cuerda, pudo ser subido casi 10 metros, donde quedó atorado.
Esta nueva tragedia tiene lugar pocos días después de otra similar ocurrida en Marruecos con el pequeño Rayan, también de cinco años, quien cayó a un pozo seco y fue hallado sin vida cinco días después. El caso acaparó las miradas internacionales y causó conmoción cuando se conoció su triste desenlace.