El Gobierno de Japón anunció hoy la imposición de sanciones adicionales sobre Rusia y Bielorrusia, que incluyen el bloqueo de activos de una treintena de altos cargos gubernamentales y empresarios, así como el veto a la exportación de maquinaria para la industria petrolera.
El Ejecutivo nipón ha decidido ampliar sus medidas punitivas debido a la escalada de los ataques en Ucrania por parte de Moscú y con Minsk “claramente involucrada” en la invasión, según dijo este martes el portavoz gubernamental Hirokazu Matsuno en rueda de prensa.
Las nuevas sanciones incluyen a 20 altos cargos y oligarcas rusos, así como a otros 12 bielorrusos, que se sumarán a los particulares que ya han visto congelados sus fondos por parte de Japón, entre ellos el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo del país vecino, Alexandr Lukashenko.
Japón también ha decidido prohibir las ventas a Rusia de maquinaria destinada a las refinerías petrolíferas, así como las exportaciones a Bielorrusia de semiconductores y otros bienes que puedan ser empleados en la industria del equipamiento militar.
Estas medidas se aplican “en coordinación con los países del G7 y con la comunidad internacional”, y con el fin de “mejorar la situación en Ucrania”, dijo Matsuno.
El portavoz también lamentó que Japón haya sido incluido en el listado de “naciones hostiles” confeccionado por el Kremlin y difundido en la víspera por la agencia rusa Interfax.
“Es lamentable que Rusia haya anunciado que iba a tomar medidas que puedan causar daño contra el pueblo japonés y las empresas japonesas designando a Japón como país no amistoso”, dijo Matsuno, quien añadió que Tokio ha trasladado una protesta diplomática a Rusia por ello.
Japón, al igual que otros países del G7 y que la UE, ha aplicado sucesivas rondas de sanciones a Rusia desde que comenzó la invasión de Ucrania, entre las que destaca la congelación de activos de empresas y bancos rusos, la exclusión de estos últimos del sistema Swift o el veto a la exportación de semiconductores.