El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió el viernes a “evitar una confrontación directa entre la OTAN y Rusia” porque provocaría la “tercera guerra mundial”, aunque advirtió al Kremlin contra el uso de armas químicas.
“No vamos a librar una guerra contra Rusia en Ucrania”, insistió el líder estadounidense desde la Casa Blanca.
De esta forma, el presidente reafirma su postura que descarta el envío de tropas o la declaración de la Zona de Exclusión Aérea, medida que pide el presidente ucraniano Volodimir Zelensky, ya que esa medida implicaría el compromiso de derribar naves rusas que vuelen sobre el país, lo que sería una participación directa en el conflicto.
No obstante, el mandatario norteamericano advirtió que Rusia “pagará un alto precio si usa armas químicas” en Ucrania.
Los occidentales están preocupados por el posible uso de armas químicas por parte de Moscú tras la invasión de Ucrania lanzada el 24 de febrero.
Por su parte, Rusia acusa a Washington y Kiev de gestionar laboratorios destinados a producir armas biológicas en el país, lo que ha sido negado por ambas capitales, y este viernes estaba prevista una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre este tema.
La OTAN no tolerará ataques
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, reafirmó este viernes desde Rumanía su promesa de que la OTAN “defenderá cada centímetro de su territorio” y defenderá a cualquier Estado miembro en caso de que sufra un ataque.
Harris viajó a Bucarest en la escala final de una mini-gira que ayer la llevó a Polonia y ha servido para mostrar el apoyo de EEUU a los dos países de la OTAN que tienen las fronteras más extensas con Ucrania.
“Nuestro compromiso con el artículo 5 es firme y absoluto”, dijo Harris en referencia al artículo de Tratado de la OTAN que dice que cualquier ataque contra un miembro de la Alianza será tratado como un ataque contra su territorio por todos los demás miembros.
“Nos lo tomamos muy en serio y estamos preparados para actuar”, añadió la representante de la Casa Blanca sobre la eventualidad de un ataque de Rusia a Rumanía, país que comparte más de 650 kilómetros de frontera con Ucrania.