Un niño de 12 años fue asesinado al recibir un mortal disparo mientras estaba comiendo junto con dos familiares al interior de un automóvil estacionado en las calles de Brooklyn; de acuerdo con la Policía de Nueva York, los hechos ocurrieron la noche del jueves y en el incidente también resultó herida una joven de 20 años.
A ambos los acompañaba una menor de 8 años que resultó ilesa en la balacera, dijeron las autoridades; sin embargo, el pequeño fue alcanzado por dos balas luego de que se desatara un tiroteo entre jóvenes en el barrio de East Flatbush; se desconoce si las víctimas del tiroteo fueron atacados directamente, dijo la Policía.
Las primeras indagatorias del atroz hecho arrojaron que el menor de 12 años estaba sentado en el asiento del copiloto y que recibió dos disparos, uno en la cabeza y el otro en el pecho, por lo que fue llevado de inmediato a un hospital cercano, donde desafortunadamente lo declararon muerto.
En tanto, la mujer de 20 años que acompañaba a los niños -y que era quien conducía el vehículo donde comían- resultó herida en la mejilla derecha y en la parte superior de la pierna izquierda; también fue trasladada a un centro médico de Kings, donde se recupera y esperan que sobreviva.
Del lugar huyeron dos automóviles, por lo que la policía cree que los tripulantes de ambos vehículos se dispararon entre sí. Testigos relataron al NY Post que debido a que arrancaron a toda velocidad, casi provocan un accidente.
"Escuché ocho disparos y diría que dentro de los 20 segundos de los disparos, vi un automóvil en la esquina que daba a la avenida East New York … y casi tuvieron un accidente de tráfico", relató un hombre.
Fue un largo tiroteo: "el mal ha vuelto a la ciudad"
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, acudió al lugar de los hechos ya entrada la noche del jueves. Desde ahí condenó la violencia y prometió atrapar a los tiradores que causaron la muerte del niño de 12 años. "Es hora de que esto se detenga", afirmó el político demócrata y ex policía local.
Testigos afirmaron a los medios que fue un largo tiroteo, y que al menos en 11 rondas hubo intercambio de balas. Una mujer llamada Rhonda White, quien vive a dos cuadras de donde se desató la balacera, dijo al Post que escuchó los disparos y que quedó con la sensación de que algo muy malo había pasado. Después supo que un niño había muerto en el fuego cruzado.
Los residentes de Brooklyn se mostraron dolidos por el asesinato del menor, pues creían que la violencia era cosa del pasado.
"He vivido en Brooklyn toda mi vida y pensé que ya habíamos superado este tipo de cosas. Pero es un déjà vu. Hay un miedo constante. El mal ha vuelto a la ciudad", expresó Rhonda, de 59 años.