El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, urgió ayer al Consejo de Seguridad de la ONU a poner fin a los "crímenes de guerra" contra civiles ucranianos cometidos por tropas rusas, que estarían alistando una nueva ofensiva en el este y el sur del país.
En Ucrania, las tropas rusas "mataron a la gente en sus apartamentos, en sus casas con granadas, aplastaron a civiles con tanques cuando estaban en sus coches en la carretera, sólo por placer", dijo Zelenski en un discurso en directo por video ante la máxima instancia de la ONU, en Nueva York.
El mandatario ucraniano pidió que el Consejo de Seguridad excluyera a Rusia, uno de sus cinco miembros permanentes, y abogó por una reforma del sistema de Naciones Unidas para que "el derecho al veto no signifique derecho a morir".
"Ahora necesitamos decisiones del Consejo de Seguridad para la paz en Ucrania" y si la ONU se revela incapaz de asumir inmediatamente" esa "opción", la otra sería "disolverse", afirmó.
Su discurso se produjo bajo el impacto del hallazgo durante el fin de semana de decenas de civiles muertos en Bucha y otras localidades de la región de Kiev, tras el repliegue de las tropas rusas.
Dirigentes ucranianos y de potencias occidentales denunciaron "crímenes de guerra" y "genocidio".
"Lo que vimos en Bucha no es el acto aislado de una unidad solitaria. Es una campaña deliberada para matar, torturar, violar, cometer atrocidades", declaró el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) preparan nuevas sanciones para ahogar la economía rusa y forzar al presidente ruso, Vladimir Putin, a poner fin a la invasión de Ucrania.
Rusia, que lanzó esa ofensiva con el objetivo declarado de defender los enclaves prorrusos de la región de Donbás, asegura que las imágenes de atrocidades son escenarios plantados por Ucrania.
Imágenes de satélite desmintieron las afirmaciones de que los cadáveres fueron colocados, tras la retirada de sus tropas; los cuerpos tenían semanas ahí.
AFP, EFE, REUTERS y AP