El portaaviones nuclear ‘USS Abraham Lincoln’ entró en aguas internacionales del mar de Japón, también conocido como mar del Este, en el marco del aumento de la tensión en la región, según informó este lunes la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
El portaaviones se encuentra actualmente en las aguas internacionales del mar de Japón al este de la ciudad de Ulsan, en el sureste de Corea del Sur, lo que supone las primeras maniobras de este tipo en las aguas desde finales de 2017, según la citada agencia.
La información fue confirmada por el portal de noticias del Instituto Naval de Estados Unidos. El portaaviones ‘USS Abraham Lincoln’ permanecerá en aguas de la península de Corea, según informó el diario South China Morning Post.
De hecho, este mismo martes, Corea del Sur y Estados Unidos iniciaron ejercicios militares preliminares antes de su importante entrenamiento combinado de primavera, a finales de este mes, según ha recogido Yonhap.
La semana pasada, el enviado especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, y su homólogo surcoreano, Noh Kyu-duk, dialogaron sobre el último ensayo de misiles balísticos intercontinentales de Pyongyang y los esfuerzos Washington por seguir buscando un diálogo serio y sostenido con Corea del Norte.
Sung Kim subrayó “el férreo compromiso de Estados Unidos con la seguridad de la República de Corea, al tiempo que reafirmó que Estados Unidos sigue buscando un diálogo serio y sostenido con Corea del Norte”, explicó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, en un comunicado.
En este sentido, Kim destacó la importancia de “una estrecha coordinación bilateral con la República de Corea y otros aliados y socios” para avanzar en el objetivo común de la completa “desnuclearización de la Península de Corea”.
“Ambos condenaron el lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales realizado por la República Popular Democrática de Corea el 24 de marzo, que fue sólo el último de una serie de lanzamientos cada vez más escalofriantes de Corea del Norte este año. También reafirmaron la importancia de una respuesta fuerte y unificada a estas acciones escalatorias”, esgrime el comunicado.
Asimismo, los dos representantes especiales condenaron los lanzamientos de misiles balísticos como “claras violaciones de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que suponen una grave amenaza para la estabilidad regional”.
(Europa Press)