Tres niños indonesios murieron a causa de una enfermedad hepática de origen desconocido, lo que eleva a cuatro el número de menores fallecidos en el mundo por una misteriosa hepatitis, informó ayer el Ministerio de Sanidad de ese país.
Los tres pequeños, de dos, ocho y 11 años, murieron en abril en hospitales de Yakarta, tras presentar algunos síntomas de este misterioso padecimiento, como fiebre, ictericia, convulsiones y pérdida de conocimiento, dijo la portavoz del ministerio, Siti Nadia Tarmizi.
Por ahora, "sospechamos que se trata de casos de hepatitis aguda, pero tenemos que confirmar que no se deben a los virus conocidos de esta afección como la A, B, C, D y Rb", añadió.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue recibiendo decenas de informes sobre esta enfermedad en menores y ha registrado hasta ahora más de 200 casos en el mundo entero, informó la institución.
"Hasta el 1 de mayo, se han reportado a la OMS 228 casos en 20 países, y otros 50 se están investigando", dijo un portavoz de la organización.
La mayoría de los casos se registran en Europa, los primeros 10 fueron notificados por Reino Unido el 5 de abril, en niños menores de 10 años sin dolencias previas, y desde entonces también se han detectado en España, Israel, Dinamarca, Italia, Estados Unidos y Bélgica, entre otros.
Por el momento, el origen de esta hepatitis sigue siendo un misterio.
Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la OMS, los virus comunes de la hepatitis no han sido registrados en ninguno de los casos.
Un análisis en EU llevó a las autoridades sanitarias a pensar que su origen podría ser un patógeno común llamado adenovirus 41, aunque por ahora esto sigue siendo una hipótesis.
Los adenovirus, normalmente banales, provocan problemas respiratorios, conjuntivitis o malestares digestivos. Son más frecuentes en invierno y se transmiten fácilmente en guarderías infantiles y escuelas. La mayoría de los seres humanos se infecta antes de los cinco años de edad.