El gobierno de la ciudad de Pekín cerró 10 por ciento de las estaciones de su gran red de metro como medida adicional contra la expansión del COVID-19.
La autoridad del metro indicó en un breve mensaje que se habían cerrado 40 estaciones, la mayoría en el centro, dentro de las medidas de control de epidemia. No se dio una fecha de reapertura del servicio de transporte.
Pekín está en alerta por contagios de COVID-19. Restaurantes y bares sólo sirven comida a domicilio o para llevar; los gimnasios han cerrado y las clases presenciales se suspendieron de forma indefinida. Importantes atracciones turísticas de la ciudad como la Ciudad Prohibida y el Zoológico de Pekín han cerrado sus salas de exposición bajo techo y operan a capacidad parcial.
Sin embargo, en el mundo se reportaron 3.8 millones de casos de COVID-19 en la última semana, la cifra más baja desde que a mediados de noviembre se detectaran los primeros casos de ómicron, la variante dominante en el planeta, según los datos presentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La cifra supone una reducción de 17 por ciento con respecto a los contagios registrados en la anterior semana (18-24 de abril), según la OMS, que insiste en su informe epidemiológico semanal que debido a la reducción de test en muchos países esta caída debe ser interpretada con cautela.
Los casos de COVID-19 en América aumentaron 12.7 por ciento la semana pasada con respecto a la anterior, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS), mientras las infecciones continuaron creciendo en América Central y del Norte.
El continente reportó más de 616 mil casos nuevos la semana pasada, mientras que el número de muertos se redujo a 4 mil 200 o menos de 1 por ciento en la misma comparación, dijo la organización.
La directora de la OPS, Carissa Etienne, pidió medidas más fuertes para enfrentar la pandemia a medida que aumentan los casos y las hospitalizaciones.