Al menos 21 adultos y un menor murieron tras la potente explosión que provocó este viernes graves destrozos en el emblemático Hotel Saratoga de La Habana, localizado en el centro de la capital cubana, confirmó la Presidencia de Cuba a través de Twitter.
El último balance actualizado, ofrecido en una reunión realizada en el Palacio de la Revolución dirigida por el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y varios ministros de su Ejecutivo, cifra en 50 los adultos y 14 los menores hospitalizados.
Díaz-Canel agradeció la solidaridad de varios países amigos ante el incidente, que se llevó la vida de 18 personas, entre ellos una embarazada y un niño. La presidencia cubana subrayó que las familias afectadas por los destrozos ocasionados por la explosión fueron trasladadas a “lugares seguros mientras se realizan acciones de recuperación”.
“Estamos centrados en la atención a las personas, a los familiares de los fallecidos y también de quienes se encuentran hospitalizados. El trabajo de las instituciones de Salud y equipos de rescate y salvamento ha sido inmediato”, indicó el presidente cubano
El incidente se produjo en torno a las 10:50 horas (hora local) y aparentemente habría sucedido mientras se realizaba un traslado de gas licuado desde un camión, señalaron las autoridades cubanas, que descartaron que sea un atentado.
En un primer momento, la Presidencia de Cuba había informado a través de su cuenta en Twitter de que las investigaciones preliminares indicaban que la explosión había sido provocada por un escape de gas.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se desplazó al lugar del suceso acompañado del primer ministro, Manuel Marrero y el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Esteban Lazo, que confirmó que “efectivamente no ha sido una bomba ni un atentado”, sino un “lamentable accidente”.
La Presidencia cubana ha difundido a través de redes sociales varias fotografías en las que puede verse al presidente en el lugar de los hechos, así como en centros sanitarios de la zona, donde visitó a algunos de los heridos.
El hotel está situado en La Habana Vieja, cerca del Capitolio. Hasta la zona se trasladó el Comando de Salvamento y Rescate del Cuerpo de Bomberos, así como funcionarios del Ministerio del Interior, según el diario ‘Granma’. La explosión causó también daños en un edificio de viviendas y en una escuela cercanos.
Pese a ser un edificio de uso principalmente turístico, el ministro de Turismo cubano, Juan Carlos García Granda, confirmó que, si bien es probable que haya empleados del sector heridos, “no hay ningún extranjero herido”.
El Hotel Saratoga, de cinco estrellas, es prácticamente centenario, aunque su actual etapa comenzó en diciembre de 2005, cuando reabrió sus puertas. Cuenta con un total de 96 habitaciones, según consta en su página web.
Reacciones en el mundo
En el marco de las reacciones internacionales, la Embajada de España en La Habana expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, a la par que informó de que “no hay constancia de afectados de nacionalidad española”.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, expresó su solidaridad con el pueblo y las autoridades cubanas. “Enviamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y todo nuestro apoyo. Fuerza Cuba”.
En la misma línea, la Embajada de México en Cuba mostró su solidaridad con La Habana, a la par que dijo de que ha puesto en marcha “los protocolos de protección correspondientes”, si bien es cierto que ha detallado que no existen reportes de ciudadanos mexicanos afectados por el suceso.
El ministro de Exteriores venezolano, Félix Plasencia, trasladó su “profundo pesar” por el siniestro y expresó la “solidaridad de la Venezuela Bolivariana” a los afectados.
De la misma manera, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, mostró su “solidaridad con el pueblo cubano y el presidente Díaz-Canel por el lamentable accidente”.
Desde México, el ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, lamentó la explosión y envió su solidaridad a las víctimas y al pueblo cubano, mientras que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se mostró consternado por la tragedia.