La Unión Europea (UE) anunció ayer un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, y el G7 prometió apoyar a Kiev "hasta la victoria" frente a la invasión rusa.
La ofensiva lanzada por Moscú el 24 de febrero contra la exrepública soviética está provocando nuevos alineamientos regionales, con Suecia y Finlandia dispuestas a integrarse en la OTAN, así como temores de desestabilización en zonas separatistas prorrusas de otros países, como Moldavia y Georgia.
En una reunión en Alemania de los siete países más ricos del planeta (G7), la UE anunció 520 millones de dólares en apoyo militar suplementario a Ucrania, lo que eleva el aporte total del bloque a dos mil millones de euros.
La receta es "clara", dijo el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell. Se necesita "más de lo mismo": más sanciones económicas contra Rusia, más apoyo a Kiev y "seguir trabajando para aislar a Rusia".
Francia expresó el apoyo unánime a Ucrania de ese club de potencias de economías avanzadas formado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón.
"Vamos a seguir apoyando de manera permanente el combate de Ucrania por su soberanía, hasta la victoria", declaró el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian. Y Reino Unido abogó por enviar "más armas" a Ucrania.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a la UE de haberse convertido en un actor "agresivo y belicoso" en el conflicto de Ucrania, siguiendo "el camino de la OTAN".
Los ministros del G7 recibirán hoy a sus homólogos Dmytro Kuleba, de Ucrania, y Nicu Popescu, de Moldavia, otra exrepública soviética que teme la entrada de tropas de Moscú a su región separatista de Transnistria.
Rusia enfrenta una lluvia de acusaciones por presuntos crímenes de guerra en Ucrania.