Más de 30 años después de que McDonald's se convirtiera en el primer restaurante de comida rápida estadounidense en abrir en la desaparecida Unión Soviética, la cadena anunció ayer que inició el proceso de venta de su negocio en Rusia, otro síntoma del creciente aislamiento del país por haber invadido Ucrania.
La empresa, cuyos 850 restaurantes en Rusia dan empleo a 62 mil personas, señaló como razones de su decisión la crisis humanitaria causada por la guerra y el hecho de que mantener su negocio en ese país "ya no es sostenible ni es congruente con sus valores".
McDonald's se comprometió a seguir pagándole a sus empleados hasta que se concrete el traspaso, y busca que los trabajadores sean retomados por el futuro comprador.
Cabe destacar que las empresas occidentales han tenido problemas para salir de Rusia, soportando el impacto en sus resultados finales por pausar o cerrar operaciones.
La compañía dijo que mientras trata de vender sus restaurantes, planea comenzar a eliminar los arcos dorados y otros símbolos y letreros.
Horas antes del anuncio de McDonald's, el fabricante de automóviles francés Renault informó que había entregado sus activos rusos al gobierno de Moscú, marcando la primera nacionalización importante.
Por otra parte, más de 260 soldados ucranianos, incluyendo algunos gravemente heridos, fueron evacuados de una planta siderúrgica en Mariúpol y trasladados a zonas bajo control ruso.
Mientras, Ucrania se prepara para nuevos ataques en el Donbás, donde Moscú se centra en Lugansk, en la que controla ya 90% del territorio.
FORMALIZAN DECISIÓN
El gobierno socialdemócrata minoritario de Suecia adoptó ayer la decisión formal de solicitar el ingreso en la OTAN, siguiendo los pasos de Finlandia, en una medida que rediseñará el mapa geopolítico del norte de Europa.