Beijing amplió el lunes las órdenes de que trabajadores y estudiantes se quedaran en casa y ordenó nuevas campañas de pruebas masivas, ante un nuevo aumento de los casos de COVID-19 en la ciudad.
Numerosos complejos residenciales en la capital china han restringido las entradas y salidas, aunque las condiciones seguían siendo mucho menos estrictas que en Shanghái, donde millones de personas llevan dos meses bajo confinamientos de distinta intensidad.
Beijing reportó el lunes un aumento de los casos, a 99 contagios, por encima de la media diaria anterior de unos 50.
En total, China reportó 802 casos nuevos el lunes, lo que mantenía una tendencia a la baja interrumpida sólo por pequeños brotes localizados. Sin embargo, el gobierno ha prometido atenerse a las estrictas medidas de cuarentenas, confinamientos y cribados masivos dentro de su estrategia de “cero COVID”, incluso mientras el resto del mundo empieza a reabrir.