Al menos 10 personas han muerto y tres han desaparecido en inundaciones en la provincia central china de Hunan, mientras que un alud de tierra sepultó parte de un poblado en la región sureña de Guangxi, según medios estatales. Las tormentas se han sucedido en Hunan desde principios de mes y algunas estaciones meteorológicas han registrado lluvias históricas, indicó el miércoles por la noche la agencia de noticias Xinhua.
Unos 1,8 millones de personas se han visto afectadas en la provincia, en su mayoría rural y montañosa. Las autoridades han evacuado a 286.000 personas y más de 2.700 casas han sufrido daños o se han derrumbado, añadió la agencia estatal.
En Guangxi, equipos de rescate seguían buscando sobrevivientes el jueves en el municipio de Xinfeng, donde días de lluvias habían saturado de agua las laderas y las hacían propensas a los deslizamientos, según la televisora estatal CCTV. Se había confirmado la muerte de una mujer en el deslave y otra fue rescatada con vida, dijo CCTV.
El peligro no ha pasado
Las autoridades emitieron alertas por chaparrones en Guangxi y las provincias cercanas de Jiangxi, Fujian, Guangdong, Hainan, Sichuan, Chongqing y Yunnan, dijo Xinhua.
También se advirtió a administradores escolares y conductores que tomaran medidas de precaución, añadió la agencia. China suele sufrir inundaciones en los meses de verano, especialmente en las regiones del centro y el sur que reciben más lluvias.
Las peores inundaciones de los últimos años se produjeron en 1998, cuando más de 2.000 personas murieron y casi 3 millones de hogares quedaron destruidos, en su mayoría a lo largo del Yangtsé, el río más importante de China.
El gobierno ha invertido mucho en control de inundaciones y proyectos hidroeléctricos como la gigantesca represa de las Tres Gargantas en el Yangtsé. En todo el mundo, las tormentas tropicales más fuertes van en aumento como resultado del cambio climático, lo que incrementa las inundaciones y pone en peligro vidas humanas, cosechas y la calidad del agua subterránea.