Las autoridades ucranianas pidieron este viernes más ayuda a Occidente, incluyendo el suministro más rápido de artillería y sistemas de cohetes de combate, para contener a las fuerzas rusas en un momento crítico de la batalla en el este.
En Severodonetsk, la pequeña ciudad oriental que se ha convertido en el foco del avance ruso y en el escenario de una de las batallas más sangrientas de una guerra que ha aumentado las dificultades económicas y físicas en todo el mundo, se seguían registrando intensos combates.
El hambre crónica podría afectar a hasta 19 millones de personas más en todo el mundo durante el próximo año debido a la reducción de las exportaciones de trigo y otros productos alimentarios de Ucrania y Rusia, según la agencia alimentaria de Naciones Unidas.
Dentro de Ucrania, los funcionarios dijeron estar preocupados por la propagación del cólera y la disentería en la ciudad sureña de Mariúpol, donde decenas de miles de civiles viven entre las ruinas capturadas el mes pasado tras ser pulverizadas por el asedio ruso.
En un discurso por video en una conferencia sobre democracia en Copenhague, el presidente Volodímir Zelenski abogó por que su país sea aceptado como parte de Occidente, con garantías vinculantes para su protección.
“La Unión Europea puede dar un paso histórico que demuestre que las palabras sobre la pertenencia del pueblo ucraniano a la familia europea no son sólo palabras y, por tanto, no son vacías”, dijo, pidiendo al bloque que acepte la petición de Ucrania de ser aceptada como candidato a la adhesión.
Los funcionarios ucranianos afirman que la guerra en el este se ha convertido sobre todo en una batalla de artillería, en la que están muy superados por Moscú. La marea sólo podría cambiar si Occidente cumple sus promesas de enviar más y mejor artillería, incluidos los sistemas de cohetes que Washington y otros han prometido.
“Esta es una guerra de artillería”, dijo Vadym Skibitsky, jefe adjunto de la inteligencia militar de Ucrania, en una entrevista con el periódico británico The Guardian.
“Todo depende ahora de lo que (Occidente) nos dé”, afirmó. “Ucrania tiene una pieza de artillería frente a entre 10 y 15 piezas de artillería rusas. Nuestros socios occidentales nos han dado alrededor del 10% de lo que tienen“.
Rusia ha concentrado sus fuerzas en la batalla por Severodonetsk, con la esperanza de capturar todo el territorio de la provincia oriental de Lugansk, que exige que Ucrania ceda a los separatistas junto con la vecina provincia de Donetsk.
Las tropas ucranianas se han retirado en gran medida de las zonas residenciales de la ciudad, pero no han cedido su posición en la orilla oriental del río Síverski Donets, y hasta ahora han frustrado los esfuerzos de Rusia por rodearlas. Ambas partes afirman que han causado un gran número de bajas en la batalla por la ciudad.
Las fuerzas rusas también están presionando desde el norte y el sur en las zonas circundantes para tratar de rodear a los ucranianos, pero hasta ahora sólo han logrado un progreso limitado. El Ministerio de Defensa ucraniano dijo que los rusos seguían intentando poner a prueba las defensas ucranianas a lo largo del río.
El alcalde ucraniano de Mariúpol, Vadym Boichenko, que ahora opera fuera del puerto sureño, totalmente bajo control ruso tras un asedio de casi tres meses, dijo que miles de personas más podrían morir de cólera.
Según afirmó, las fuerzas de ocupación rusas no habían eliminado de forma adecuada los cadáveres esparcidos por la ciudad, que se están pudriendo con el calor y la lluvia, contaminando el suministro de agua.
“Hay un brote de disentería y cólera. Esta es, desgraciadamente, la valoración de nuestros médicos. Que la guerra que se llevó a más de 20.000 residentes (…) por desgracia, con estos brotes de infección, se cobrará miles de mariupolitas más”, señaló.