Un panel convocado por la Organización Mundial de la Salud declaró que se necesita más investigación sobre el origen del COVID-19, incluyendo un análisis más detallado de la posibilidad de que se trató de un accidente de laboratorio.
Es un pronunciado revés con respecto a las conclusiones iniciales que había emitido esa agencia de la ONU sobre la génesis de la pandemia. La OMS el año pasado expresó que era ”extremadamente improbable” que el COVID-19 haya saltado de un laboratorio a los seres humanos. Algunos científicos sospechan que el virus saltó desde murciélagos a otros animales y de allí a los seres humanos.
En un reporte divulgado ayer, el grupo de expertos de la OMS indicó que faltan “datos esenciales” para dar con el origen del virus. El panel se declara “abierto a toda evidencia científica que pueda surgir en el futuro y que permita una evaluación exhaustiva de toda hipótesis razonable”.
La identificación del origen animal de un virus puede tardar años; le tomó a la comunidad científica 15 años descubrir la especie exacta de murciélago que engendró el SARS, una enfermedad respiratoria afín al COVID-19.
La comisión de la OMS señaló que, debido a que han ocurrido accidentes de laboratorio en el pasado, esa teoría no se puede descartar del todo, pese a que se ha politizado mucho.
El ex presidente estadounidense Donald Trump ha dicho reiteradamente –sin evidencia alguna– que el COVID-19 comenzó en un laboratorio chino. También ha acusado a la OMS de "conspirar" con China para encubrir el origen de la enfermedad, mencionando los elogios públicos que la agencia ha dirigido hacia China.