La ministra británica del Interior, Priti Patel, aprobó el viernes la extradición del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos para que se enfrente a cargos penales, lo que acerca a su fin su larga saga legal.
Las autoridades estadounidenses reclaman a Assange por 18 cargos, entre ellos el de espionaje, en relación con la publicación por parte de WikiLeaks de grandes cantidades de documentos militares y cables diplomáticos confidenciales de Estados Unidos que, según Washington, han puesto vidas en peligro.
Sus partidarios afirman que es un héroe antisistema que ha sido víctima por haber sacado a la luz las irregularidades cometidas por Estados Unidos en los conflictos de Afganistán e Irak y que su procesamiento es un ataque por motivos políticos contra el periodismo y la libertad de expresión.
Su esposa, Stella Moris, dijo que Assange apelaría después que el Ministerio del Interior dijera que su extradición había sido aprobada.
“En este caso, los tribunales del Reino Unido no han considerado que la extradición del señor Assange sea opresiva, injusta o un abuso del proceso”, dijo el Ministerio del Interior en un comunicado.
“Tampoco han encontrado que la extradición sería incompatible con sus derechos humanos, incluyendo su derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión, y que mientras esté en Estados Unidos será tratado adecuadamente, incluso en relación con su salud”.
En un principio, un juez británico dictaminó que Assange no debía ser deportado, alegando que su salud mental suponía un riesgo de suicidio si era condenado y recluido en una prisión de máxima seguridad.
Pero esta decisión fue revocada en una apelación después que Estados Unidos ofreciera un paquete de garantías, incluida la promesa de que podría ser trasladado a Australia para cumplir una eventual condena.
La decisión de Patel no significa el fin de la batalla legal que ha librado Assange, nacido en Australia, que ha durado más de una década y podría continuar durante muchos meses más.
Puede presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Londres, que debe dar su aprobación para que la impugnación siga adelante. En última instancia, puede intentar llevar su caso al Tribunal Supremo del Reino Unido. Pero si se rechaza el recurso, Assange debe ser extraditado en un plazo de 28 días.