La cercanía que existe entre el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, y el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador parece estar ‘prediendo alarmas’ dentro del gobierno estadounidense, señala este martes el periódico New York Times (NYT).
Cuando recién asumió el cargo como embajador, en septiembre de 2021, Ken Salazar fue instruído para construir una relación buena y sólida con López Obrador, con el fin de poder impulsar la agenda de la Casa Blanca en este territorio.
Esto debido a que Joe Biden, presidente de EU, busca que México coopere para contener la migración como parte de su futuro político, apunta el medio.
Ken Salazar cumplió su objetivo: se ha acercado al presidente mexicano, pero el gobierno estadounidense está cada vez más preocupado porque, en el proceso de este acercamiento, el embajador podría estar poniendo en riesgo los intereses de su país, pues no ha aprovechado la relación para apoyar a Biden en el tema migratorio cuando más lo necesita, dijeron funcionarios al NYT.
“Al interior del gobierno estadounidense, algunos cuestionan si el enfoque blando de la actual gestión de verdad funciona o más bien envalentona a López Obrador mientras desafía la influencia estadounidense y socava las salvaguardas de la democracia”, indica el NYT citando a altos funcionarios de EU.
Ken Salazar, destaca el NYT, ha retomado algunos de los argumentos y líneas discursivas del presidente López Obrador, como el supuesto robo electoral de 2006; también ha cuestionado a una organización anticorrupción financiada por EU, la cual desafió a AMLO; e incluso ha contradicho a otros funcionarios y funcionarias en relación a la reforma eléctrica mexicana.
Y aunque Ken Salazar ha asegurado que su cercanía con AMLO beneficia a EU, esto no sufe suficiente para que el presidente López Obrador asistiera a la reciente Cumbre de las Américas, un encuentro regional clave al que no asistió porque no hubo invitación a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Según una fuente anónima citada por el New York Times, el embajador de EU pidió a AMLO que asistiera a la cumbre, pero López Obrador continúo en su posición de no asistir. Al evento acudió solamente el canciller mexicano Marcelo Ebrard.