El presidente ruso, Vladímir Putin, clamó la victoria en la región de Lugansk, en el este de Ucrania, un día después que las fuerzas ucranianas se retiraron de su último baluarte de resistencia en la provincia.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, informó a Putin que las fuerzas rusas habían tomado el control de Lugansk, que junto con Donetsk conforman el corazón industrial de Ucrania: el Dombás.
Putin señaló que las unidades militares “que participaron en hostilidades activas y lograron el éxito, la victoria” en Lugansk, “deberían descansar y aumentar sus capacidades de combate”.
En respuesta, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, aseguró que su país “no renuncia a nada” y que regresará a la zona.
El saldo de los ataques, al menos, es de nueve civiles muertos y otros 25 heridos.