La Casa Blanca expuso el martes su estrategia para contener la subvariante ómicron BA.5, de rápida propagación, diciendo que garantizará que los estadounidenses sigan teniendo fácil acceso a las vacunas, los tratamientos, las pruebas y otras herramientas que protegen contra el Covid-19.
Los funcionarios darán prioridad a la obtención de vacunas de refuerzo para la gente, la disponibilidad de pruebas caseras y de cubrebocas de alta calidad y el apoyo a las personas inmunodeprimidas.
“Estas herramientas -incluso frente a BA.5- funcionan para prevenir enfermedades graves, mantener a la gente fuera del hospital y salvar vidas, y con ellas podemos prevenir casi todas las muertes por Covid-19”, dijo la Casa Blanca en un comunicado.
Las subvariantes BA.5 y BA.4 representan actualmente el 80% de los casos de Covid-19 en todo el país, y la BA.5 representa la mayoría de los contagios, añadió la Casa Blanca, que remarcó que la amplia circulación de la subvariante BA.5 significa que los nuevos casos probablemente aumentarán en las próximas semanas.
“Este potencial de aumento es mayor en los lugares donde menos personas están al día con sus vacunas y hay una mayor disminución de la inmunidad de las vacunas”, señaló.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha recomendado a los fabricantes de vacunas para el Covid-19 que cambien el diseño de sus inyecciones de refuerzo a partir del otoño boreal para combatir mejor las subvariantes BA.4 y BA.5.