Nunca en la historia bélica se habían utilizado tanto los drones como en la guerra en Ucrania, donde juegan un papel crucial para determinar quién vive y quién muere.
Tanto rusos como ucranianos dependen de los vehículos aéreos no tripulados para identificar posiciones enemigas y guiar sus mortíferos ataques de artillería.
Pero las flotas de drones en ambos bandos están diezmadas y hay una carrera por comprar o construir drones resistentes que puedan dar una ventaja decisiva.
La Casa Blanca dijo que tiene información sobre que Irán enviará “varios cientos” de vehículos aéreos no tripulados para ayudar a Moscú. “Puede que la fuerza rusa de drones aún sea capaz, pero está exhausta. Y los rusos intentan aprovechar los resultados demostrados iraníes", dijo Samuel Bendett, analista del Centro de Estudios Militares (CNA).
Ucrania quiere medios "para atacar a los mandos rusos y controlar instalaciones desde una distancia significativa", dijo Bendett.
La demanda de modelos comerciales para consumidor sigue siendo alta en Ucrania, al igual que los esfuerzos para modificar drones de aficionados y hacerlos más resistentes a las interferencias.
“El número que necesitamos es inmenso”, dijo un oficial ucraniano, Yuri Shchygol, que presentó los primeros resultados de la campaña de recaudación “Ejército de drones”. Ucrania pretende en principio adquirir 200 drones militares de categoría OTAN, pero necesita 10 veces más.
Los combatientes ucranianos, superados en potencia de fuego, se quejan de que sencillamente no tienen los drones militares necesarios para resistir ante los esfuerzos de Rusia.
Bendett ve ahora menos pruebas de que se estén derribando drones rusos. "Los ucranianos están contra las cuerdas", dijo.
Uno de los problemas de los defensores es que el héroe ucraniano en las primeras semanas del conflicto, el Bayraktar TB-2, un dron de fabricación turca guiado por láser y que deja caer bombas, se ha vuelto menos efectivo.
Rusia ha perdido unos 50 de sus drones más abundantes, el Orlan-10, pero al parecer tiene docenas o decenas más, según Bendett. Un reporte estima que los aviones no tripulados ucranianos duran aproximadamente una semana en servicio.