Un turista estadounidense de 23 años cayó al Monte Vesubio, un volcán activo en Italia, cuando intentó recuperar su celular luego de que se le cayera al tomarse una selfie "extrema". El joven quedó a varios metros de las cenizas del cráter y pudo salir con la ayuda de los guías del parque.
Un equipo de seguridad, compuesto por un helicóptero y rescatistas, llegó a las inmediaciones para socorrer al joven y sacarlo del lugar de riesgo. Si bien arribó una ambulancia, el turista se negó a ser trasladado a un hospital, ya que según comprobaron más tarde, sólo presentó heridas en las manos, los brazos y la espalda.
Según la prensa local, el grupo optó por no tomar el tour oficial. Por el contrario, se inclinó por rodear los límites de la atracción turística para poder entrar a los sectores que no están abiertos para los visitantes.
Por ello, la policía los acusó de invasión de terrenos públicos, pues el sendero cuenta con letreros que advierten que está prohibido el acceso y que puede tener consecuencias peligrosas.
El volcán todavía se encuentra en estado activo, aunque su última erupción fue en 1944. Su pico más alto alcanza los mil 277 metros; el cráter cuenta con un diámetro de 450 metros y una profundidad de 300 metros.
Muertes por selfies
Los países que más muertos registraron por sacarse selfies son India, con 100; Estados Unidos, con 39; y Rusia, con 33, en una lista formada por más de 50 naciones, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Journal of Travel Medicine.
Dentro de los lugares más letales para tomarse fotografías están las cataratas del Niágara (en la frontera entre Estados Unidos y Canadá), el Glen Canyon (Estados Unidos), el Charco del Burro (Colombia), la playa de Penha (Brasil), la catarata de Mlango (Kenia), los Montes Urales (Rusia), el Taj Mahal y el valle de Doodhpathri (India), la isla Nusa Lembongan (Indonesia) y el archipiélago de Langkawi (Malasia).
Las caídas más frecuentes son desde cataratas, acantilados y azoteas, con 216 casos. Por edades, los accidentes mortales son más frecuentes entre adolescentes de hasta 19 años (41% del total) y veinteañeros (37%). En ese sentido, la edad media de las víctimas es de 24.4 años. La proporción entre hombres y mujeres es de tres a dos.