Las autoridades sanitarias de Moscú detectaron cinco casos de la nueva variante Centauro (oficialmente conocida como BA.2.75) del SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19, informaron ayer fuentes oficiales.
"Las muestras fueron tomadas en julio en la ciudad de Moscú. Todos los pacientes presentan síntomas leves y no han sido hospitalizados", informó Rospotrebnadzor, la agencia estatal rusa de defensa del consumidor.
La BA.2.75 es una variante secundaria de Ómicron, recientemente localizada en India, pero también en Australia, Japón, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Holanda y Reino Unido, entre otros países, aunque todavía se sabe poco sobre este linaje.
En tanto, la subvariante BA.5 de Ómicron representó 77.9% de los casos de coronavirus en Estados Unidos en la semana que terminó el 16 de julio, informaron ayer los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
BA.5, que ha demostrado ser especialmente bueno para evadir la protección inmunitaria que ofrece la vacunación o la infección previa, ha estado impulsando un aumento de las nuevas infecciones en todo el mundo.
Por su parte, la OMS dijo que los casos de coronavirus en Europa se han triplicado durante las últimas seis semanas y representan casi la mitad de todos los positivos en el mundo. Las tasas de hospitalización se han duplicado, aunque los ingresos en cuidados intensivos siguen siendo bajos.
El director de la OMS para Europa, doctor Hans Kluge, dijo en un comunicado que la gente no debe subestimar el COVID-19, "una enfermedad grave y potencialmente fatal". Dijo que parientes altamente infecciosos de la variante Ómicron están provocando nuevas olas del mal en el continente y que los contagios reiterados podían conducir al COVID con secuelas prolongadas.