El gobernador de Kentucky (EU), Andy Beshear, informó ayer que al menos 26 personas, incluidos menores de edad, murieron por las inundaciones, y avisó que la cifra subirá, por lo que las autoridades seguirán hallando cuerpos sin vida durante semanas.
Entre los fallecidos hay cuatro niños de la misma familia, pero Beshear dijo que es posible que dos más hayan perdido la vida por las torrenciales lluvias e inundaciones en el centro y este de Kentucky.
Explicó que aún no han podido acceder a algunas partes del estado y agregó que la lluvia complica las labores de rescate. El servicio de telefonía celular deficiente también interfiere en los esfuerzos.
"Vamos a ir puerta a puerta para intentar encontrar a tanta gente como podamos. Estamos trabajando incluso con la lluvia", aseveró.
Asimismo, anunció que va a activar a más reservistas de la Guardia Nacional estatal para que ayuden a rescatar a los vecinos de Kentucky, que en algunos casos han quedado atrapados por las aguas en las azoteas de sus casas e incluso han tenido que subirse a árboles, según el diario local Lexington Herald-Leader.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene al centro, sur y este de Kentucky en alerta por inundaciones y predice que las lluvias torrenciales seguirán hoy y mañana.
Las tasas de agua de dos a cinco centímetros por hora eran posibles en algunas de las mismas áreas que fueron inundadas la semana pasada.
Se han instalado una decena de refugios para las víctimas con 388 ocupantes ayer, según las autoridades.
Las lluvias han sido tan fuertes que el viernes el tramo del río Kentucky, en la ciudad de Jackson, alcanzó la altura más alta jamás registrada con 13 metros, superando un récord establecido en 1939.
De acuerdo con el Lexington Herald-Leader, muchas de las zonas golpeadas por las inundaciones se han quedado sin agua corriente y unos 50 puentes del estado están muy dañados o completamente destruidos.