El Ejército de Taiwán realizará ejercicios de artillería con fuego real para probar su preparación para el combate, en medio de la creciente tensión desatada por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Las fuerzas taiwanesas se entrenarán para enfrentar desembarcos este martes y jueves en la región de Pingtung, en el sur, informó la Agencia Central de Noticias (CNA, por sus siglas en inglés). Los simulacros incluyen el despliegue de helicópteros, varios cientos de soldados y cañones, detalló el medio estatal taiwanés.
Además, el Ejército realizará su ejercicio anual el 5 de septiembre, también en Pingtung, en el que participarán francotiradores de batallones de armas combinadas, vehículos de combate, vehículos blindados Clouded Leopard y morteros.
Por su parte, China anunció este lunes que prologará sus maniobras militares que preveía completar este domingo. El Ejército chino confirmó que llevó a cabo simulacros de ataque a submarinos y aviones.
El pasado jueves, el Ejército Popular de Liberación (EPL) del país comenzó simulacros con fuego real en seis áreas marítimas alrededor de la isla.
El portavoz del Ministerio de Defensa chino, Wu Qian, ha justificado estas acciones como una “advertencia necesaria” tanto a Taipéi como a Washington, alegando que es una respuesta “razonable y necesaria” a las “provocaciones” recientes.
A su vez, el primer ministro de Taiwán, Su Tseng Chang, reiteró el domingoa China que la isla nunca aceptará sus reclamaciones soberanistas y ha garantizado que no cederá a la presión de sus ejercicios militares, según la misma fuente.
“Nunca nos doblegaremos ante la presión. Defendemos la libertad y la democracia, y creemos que los taiwaneses desaprueban las acciones de intimidación de China con la fuerza y el ruido de sables en nuestra puerta”, declaró.
Esto se da en medio de la polémica que desató la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla, elevando las tensiones entre China, EU y Taiwán.
Pekín considera que la isla forma parte de su territorio, mientras Taiwán rechaza las reivindicaciones de soberanía de China y dice que sólo su pueblo puede decidir el futuro de la isla.