En medio de una creciente preocupación por la posibilidad de ataques violentos contra agentes federales, el fiscal general de Estados Unidos, Merrik Garland, confirmó ayer que investigadores catearon la casa del expresidente Donald Trump, en Florida, para investigar si retiró ilegalmente registros de la Casa Blanca cuando dejaba el cargo.
Asimismo, anunció que se busca un permiso judicial para revelar las razones de dicho allanamiento.
El expresidente tiene hasta hoy para impugnar la solicitud. No estaba claro si el equipo legal de Trump se opondría a la publicación de la orden.
Garland hizo una inusual declaración pública para informar que se buscaba aclarar las razones del registro, la noche del lunes, de la que Trump fue avisado y en la que estuvieron presentes sus abogados.
Según The Washington Post, el FBI buscaba entre otros documentos clasificados, algunos relacionados con armas nucleares que creían estaban en la residencia Trump. El diario citó "personas familiarizadas con la investigación".
Los expertos dijeron que la inusual búsqueda subraya la profunda preocupación entre los funcionarios del gobierno sobre el tipo de información que pensaron que podría estar ubicada en el Mar-a-Lago Club de Trump y potencialmente en peligro de caer en manos equivocadas.
IRRUMPEN OFICINA DE FBI
Ayer ocurrió al menos un incidente de ataque contra agentes federales, cuando un hombre armado trató de entrar por la fuerza a las oficinas del FBI en Cincinnati, Ohio. El individuo intercambió disparos con la Policía y murió a consecuencia de sus heridas.
Las autoridades quieren evitar un atentado como el ocurrido en 1995 en Oklahoma, que provocó la muerte de 168 personas, entre ellas 19 niños, en un ataque con un camión cargado de explosivos contra el edificio federal.