La alcaldía de Nueva York acusó al gobernador de Texas, Greg Abbott, de utilizar a los migrantes indocumentados como “arma humana”, en referencia a los envíos de personas recogidas directamente desde la frontera entre Texas y México y enviadas en autobuses hasta la Gran Manzana.
Ayer llegaron a la Estación Central en Manhattan cuatro nuevos autobuses con varias decenas de migrantes, y entre ellos había numerosas familias con niños pequeños y bebés.
Hasta el momento, 6 mil han sido acogidos en los refugios de Nueva York en las últimas dos semanas, según fuentes de la alcaldía.
“Claramente, Abbott está utilizando a seres humanos inocentes como arma contra Nueva York, y eso está muy mal”, dijo a la prensa el comisionado de Migración de la alcaldía, Manuel Castro, que, como suele ser habitual, acudió a la estación a recibir a los migrantes que llegaron tras varios días de viaje.
Abbott ha admitido abiertamente que quiere repartir la carga migratoria que soporta Texas en su frontera y ha declarado que Nueva York y Washington, por ser ciudades progresistas gobernadas por alcaldes demócratas, son las que tienen que asumir su parte de un problema que considera nacional.
El comisionado Castro acusó al gobernador Abbott de contratar a una compañía privada de seguridad para mantener a las familias dentro de los autobuses, aunque eso no impidió que algunos de los inmigrantes consiguieran abandonar los vehículos durante las paradas que iban haciendo en su ruta a Nueva York.
Castro insistió en que “no hay ninguna coordinación” entre las autoridades de Texas y las de Nueva York, pues el gobierno del estado del sur ha prohibido a sus funcionarios que faciliten información sobre los viajes, por lo que ni siquiera sabía cuántos migrantes indocumentados llegaron ayer, ni su condición física o médica.
En todo caso, dejó claro que la ciudad de Nueva York “está preparada para recibir a tantos como lleguen” y proveerles de comida, bebida y atención médica.
Suelen ser las organizaciones benéficas, mayormente católicas, las que dan asistencia a los migrantes a lo largo de su viaje y las que advierten a las autoridades de Nueva York de la llegada de los autobuses.