Estados Unidos y Corea del Sur iniciaron este lunes sus ejercicios militares conjuntos de mayor magnitud en varios años en un momento en que están reforzando su postura de defensa ante la creciente amenaza nuclear de Corea del Norte.
Las maniobras podrían desencadenar una respuesta airada de Pyongyang, que ha impulsado sus ensayos de armas a una velocidad sin precedentes este año al tiempo que amenaza reiteradamente desatar conflictos con Seúl y Washington ante el prolongado estancamiento de las gestiones diplomáticas.
Las maniobras Ulchi Freedom Shield continuarán hasta el 1 de septiembre en Corea del Sur e incluyen ejercicios de campo con aviones y buques de combate, tanques y posiblemente decenas de miles de soldados.
Aunque Washington y Seúl dicen que sus ejercicios sólo tienen fines defensivos, Corea del Norte dice que son ensayos de una invasión que justifican su desarrollo de armas nucleares y misiles.
Cho Joong-hoon, portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, el cual es responsable de los asuntos entre las dos Coreas, dijo que Seúl no ha detectado de momento ninguna actividad inusual en territorio norcoreano.
En los últimos años, Estados Unidos y Corea del Sur habían cancelado algunas de sus maniobras regulares y reducido otras a simulaciones de cómputo a fin de abrirle espacio a las gestiones diplomáticas con Corea del Norte, y también debido a inquietudes relacionadas con la pandemia de COVID-19.
Ulchi Freedom Shield, que comenzó a la par de un programa surcoreano de cuatro días de entrenamiento de defensa civil encabezado por empleados gubernamentales, presuntamente incluirá una simulación de ataques conjuntos, reabastecimiento de armas y combustible en el frente de combate y el retiro de armas de destrucción masiva.
Corea del Norte rechazó la semana pasada la oferta del presidente surcoreano Yoon Suk Yeok de beneficios económicos a cambio de medidas para la desnuclearización norcoreana, acusando a Seúl de reciclar propuestas que ya habían sido rechazadas en ocasiones anteriores.