Cientos de escuelas tuvieron que cerrar, tan solo un día después de su reapertura tras la COVID, y más de 540 personas fueron evacuadas en el norte de Filipinas debido a la llegada de la tormenta tropical Ma On, que tocó tierra este martes con vientos de hasta 185 kilómetros por hora y fuertes lluvias.
La agencia filipina de meteorología (PAGASA) advirtió en su último boletín del peligro de inundaciones y de corrimientos de tierra en las zonas con mayor intensidad de lluvias por la tormenta, conocida como Florita en Filipinas y que atraviesa Luzón con una trayectoria de este a oeste.
PAGASA alertó de que se esperan lluvias intensas e incluso torrenciales en algunas zonas de la isla de Luzón como Cagayan, Ilocos y Zambales, así como precipitaciones moderadas en Tarlac, Pampanga y la capital, Manila.
Hasta el momento, 543 personas han sido evacuadas y se han cerrado los colegios en 162 localidades, así como las oficinas y lugares de trabajo en 60 localidades, según datos del Consejo Nacional para la Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres.
El cierre de escuelas se produce al día siguiente de que Filipinas retomara las clases presenciales en más de 24.000 centros después de más de dos años de educación a distancia debido a la pandemia de la COVID-19.
Está previsto que la tormenta tropical Ma On salga de Filipinas el jueves y se dirija hacia el sureste de China.
El pasado abril, al menos 167 personas murieron y 110 desaparecieron debido a las riadas y corrimientos de tierra causados por la tormenta tropical Megi, que arrasó la parte central y meridional del archipiélago filipino.
Un promedio de 20 tifones azotan Filipinas en la época del monzón, que comienza en torno a los meses de mayo y junio y suelen extenderse hasta noviembre o diciembre.
El más destructivo fue el supertifón Haiyan -uno de los más intensos que ha tocado tierra-, que en noviembre de 2013 golpeó las islas de Samar y Leyte, matando a unas 7.000 personas y dejando a 200 mil familias sin hogar.
Filipinas es uno de los países más vulnerables a la crisis climática debido a los desastres naturales y, además, se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del planeta.