El gobierno de Joe Biden advirtió ayer a los gobernadores de los estados que restringen el aborto que deben permitir esta práctica cuando la vida de la madre esté en riesgo.
Asimismo, pidió a los estados que permiten la interrupción del embarazo que den facilidades para el acceso a mujeres procedentes de territorios en los que se les haya negado este derecho reproductivo.
El secretario de Salud, Xavier Becerra, envió una carta a los gobernadores recordándoles que las leyes que aprueben tienen que cumplir normas federales que garantizan la protección de ellas.
Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos tumbó la protección constitucional del derecho al aborto vigente desde 1973, muchos estados conservadores se han apresurado a aprobar leyes que lo restringen e incluso lo prohíben, también en casos de incesto o violación.
La misiva advierte que "las actuales o futuras leyes de restricción del aborto no acaban con la responsabilidad que los médicos tienen de proveer un acceso al cuidado sanitario de emergencia".
Biden reiteró la necesidad de una ley federal para restaurar el derecho al aborto en todo el país, y aseguró que en noviembre, durante las elecciones de medio término, "los estadounidenses se asegurarán de que eso suceda" dando a los demócratas una clara mayoría en el Congreso.
La defensa del derecho a la interrupción del embarazo es uno de los puntos centrales de la campaña del Partido Demócrata para los próximos comicios.
Por su parte, la Casa Blanca fustigó la entrada en vigor de leyes "drásticas" para prohibir el aborto en Oklahoma, Idaho, Texas y Tennessee, según un comunicado de la portavoz presidencial estadounidense Karine Jean-Pierre.
La ley que entra en vigor en Oklahoma prevé sancionar a los médicos o personal de la salud que continúe practicando abortos con fuertes multas y penas de hasta 10 años de prisión.
"Estas prohibiciones casi totales del aborto son parte de una iniciativa cada vez más amplia de los republicanos para suprimir las libertades que los estadounidenses han disfrutado durante casi medio siglo", dijo Karine Jean-Pierre.