Pakistán necesita más de 10 mil millones de dólares para reparar y reconstruir la infraestructura dañada por unas intensas lluvias monzónicas que han provocado inundaciones con más de mil muertos, dijo el ministro de Planificación, Ahsan Iqbal.
“Ha habido daño masivo en la infraestructura, especialmente en las áreas de telecomunicaciones, carreteras, agricultura y los medios de subsistencia”, señaló Ahsan Iqbal.
Medios para la recuperación
Además de la iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Pakistán podría contar con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), que esta semana decidirá sobre la asignación de mil 200 millones de dólares en el marco del Programa de Rescate para el país que arrancó en 2019.
El ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Bhutto Zardari, anticipó la aprobación de esta ayuda, en el marco del acuerdo alcanzado entre los funcionarios del FMI y los representantes de su país.
Asimismo, la nación solicitó el pasado 19 de agosto la asignación de unos tres millones de dólares ante el Fondo Central de Respuesta a Emergencias de las Naciones Unidas (CERF), aunque el pedido aún se encuentra bajo revisión.
Mientras tanto, el Gobierno de Canadá ya ha aportado con 20 mil dólares para la Federación Internacional de la Cruz Roja y sociedades de la Media Luna Roja que trabajan en Pakistán, mientras que
Azerbayán proporcionará dos millones de dólares.
Por otra parte, los primeros aviones de carga enviados por Turquía y Emiratos Árabes Unidos ya transportan toneladas de productos y materiales de primera necesidad.
Palestina, Reino Unido y Francia también han ofrecido su ayuda.
Ante esto, el exprimer ministro de Pakistán, Imran Khan, se dirigió a los compatriotas y anunció el lanzamiento de una campaña de recaudación de fondos para los afectados por los monzones.
Inundaciones azotan a Pakistán
El lunes, el Gobierno de Pakistán realizó un gran operativo de rescate para hacer frente a las inundaciones provocadas por las lluvias monzónicas, que ya han causado al menos mil 136 muertes.
“Un tercio de Pakistán está actualmente bajo el agua”, declaró la ministra de Cambio Climático, Sherry Rehman, aludiendo a una “crisis de proporciones inimaginables”.
Las lluvias monzónicas, que empezaron en junio, no tienen precedente en 30 años, dijo el primer ministro, Shehbaz Sharif, durante una gira por zonas muy afectadas del norte para dirigir las operaciones de ayuda.
“Hay un océano de agua por todos lados“, añadió.
Más de 33 millones de habitantes, es decir, un paquistaní de cada siete, se han visto afectados por las inundaciones y cerca de un millón de casas quedaron destruidas o dañadas, según el Gobierno.
De acuerdo con el último balance de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), al menos mil 136 personas perecieron desde el inicio del monzón en junio, 75 de ellas en las últimas horas.
Las autoridades siguen intentando acceder a los pueblos aislados en las zonas montañosas del norte del país, lo que hace temer un aumento del balance de víctimas.
“Todo es un gran océano, no hay ningún lugar seco en el que bombear agua”, señaló Rehman.
El monzón, que suele durar de junio a septiembre, es esencial para el riego de las plantaciones y la reposición de los recursos hídricos del subcontinente indio, Pero también conlleva catástrofes y destrucciones.
Los responsables paquistaníes atribuyen estos fenómenos extremos al cambio climático y aseguran que el país sufre las consecuencias de las prácticas medioambientales irresponsables de otras partes del mundo.