La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que en Siria se registra un brote de cólera que ha causado ya 23 muertes y de la existencia de un problema de desnutrición infantil, que afecta a más de 20,000 menores de 5 años.
Se trata de los principales desafíos en materia sanitaria para Siria tras más de 11 años de guerra, según la OMS.
“Los sirios que han sobrevivido a los estragos de la guerra todavía están expuestos a brotes de enfermedades mortales, como el cólera, que actualmente se ha propagado por seis provincias y hasta ahora ha matado a 23 personas e infectado a otras 253”, sostuvo el director regional de la OMS, Ahmed al Mandhari, en una rueda de prensa virtual.
Al Mandhari, responsable de la OMS en un territorio que abarca 23 países del Norte de África, Oriente Medio y el oeste asiático, también destacó que “más de 20,000 niños menores de cinco años en Siria están desnutridos, de los cuales 1,500 corren además el riesgo de sufrir complicaciones médicas”.
Durante una visita de tres días a Siria que acaba de terminar constató que el sistema de salud de este país atraviesa una crisis debido a factores como la inseguridad política, las sanciones internacionales contra el Gobierno del presidente Bachar al Asad, la inestabilidad económica mundial y la escasez de combustible, agua y electricidad.
Las sanciones, explicó, suponen que Siria sufra escasez de suministros médicos y de equipos como máquinas de tomografía informatizada y resonancias magnéticas que no puede reparar por el impedimento para importar las piezas de repuesto.
Al Mandhari aseguró que de no afrontar las raíces de esta crisis la capacidad de la OMS de actuar en el país “seguirá siendo limitada y el resultado será dejar a millones de sirios sin el apoyo que necesitan para sobrevivir, recuperarse y reconstruir su país”, por lo que hizo un llamado a la solidaridad de la comunidad internacional.
La representante de la OMS en Siria, Iman Shankiti, indicó en la rueda de prensa que Shankiti afirmó que tan solo el 15% de los sirios han recibido la vacuna contra la COVID-19, con un bajo acceso a la misma de grupos prioritarios como los ancianos y los trabajadores de la salud.
Los esfuerzos del organismo en Siria, agregó, se enfocan en atender a 12 millones de personas que necesitan asistencia médica y en volver a hacer funcionar el sistema de salud sirio, gravemente afectado por la guerra.