Cinco rescatistas y un hombre de un pueblo murieron en Filipinas luego de ser enviados a un pueblo inundado durante el paso del poderoso tifón Noru, informaron el lunes las autoridades, que no precisaron las causas de su muerte.
“Fueron enviados por el gobierno provincial a una zona inundada”, indicó el teniente coronel Romualdo Andres, jefe de la policía del municipio de San Miguel, cerca de Manila, la capital.
La policía dijo que un hombre en el pueblo de Bulacan se había ahogado tras ignorar las peticiones de que abandonara su casa junto al río. Las autoridades trataban de confirmar otra muerte en Burdeos y la desaparición de un granjero en la provincia occidental de Zambales
Es la ffmás potente tormenta en azotar este año a Filipinas arrasó la isla principal de Luzon entre domingo y lunes, cuando derribó árboles e inundó comunidades, pero hasta ahora no ha habido reportes de daños severos.
El oficial de emergencias de San Miguel, Renan Herrera, confirmó las muertes y dijo que los rescatistas pudieron haberse ahogado en la inundación.
El supertifón Noru arremetió contra el país archipiélago tras una explosiva intensificación de sus vientos, según el servicio meteorológico del país.
Tocó tierra unos 100 km al noreste de Manila antes de perder fuerza al atravesar el territorio filipino.
Unas 75 mil personas fueron evacuadas de sus casas antes de la llegada de la tormenta, y el servicio meteorológico advirtió de que las fuertes lluvias causarían “grandes inundaciones” en áreas vulnerables, deslizamientos y destrucción de cosechas.
“Pero la mañana del lunes no había señales de la gran devastación que muchos temían en la capital.
“Estamos listos para todo esto”, aseguró el presidente Ferdinand Marcos Junior en un encuentro con agencias de manejo de desastre. “Pensarán que nos excedimos (pero) no existe el exceso cuando se trata de catástrofes”.