Un mexicano murió en un hospital después de recibir un disparo en una estación de la Patrulla Fronteriza en Texas, informaron las autoridades.
El hombre estaba el martes bajo custodia en la estación de Ysleta, en El Paso, cuando le dispararon, informó en un comunicado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos. Fue llevado a un hospital donde fue declarado muerto, de acuerdo con el FBI.
La Patrulla Fronteriza informó que sus agentes estuvieron involucrados en el tiroteo, pero no se dieron a conocer detalles sobre lo que pasó previamente.
El consulado de México en El Paso informó que el hombre que murió era un ciudadano mexicano que estaba siendo procesado en la estación cuando se descubrieron cargos penales en su contra. El FBI encabeza la investigación del tiroteo.
Hace unos días, dos migrantes fueron baleados, uno de ellos fatalmente, mientras buscaban agua en el condado rural de Hudspeth, a unos 145 kilómetros al este de la ciudad fronteriza de El Paso.
Las autoridades detuvieron por ello a los hermanos gemelos Mike Thomas y Mark Edward Sheppard, de 60 años, quienes están acusados de homicidio involuntario, pero no se descarta que presenten más cargos contra ellos.
Mike Thomas Sheppar era el director del Centro de Detención del Oeste de Texas en Sierra Blanca, operado por la empresa privada La Salle Corrections. Ambos hermanos fueron ingresados a la cárcel del condado de El Paso.
Los hombres, según declaraciones publicadas en la prensa, dijeron a la policía que habían estado buscando animales para disparar.
Mark Sheppard afirmó que habían detenido la camioneta porque creían que habían visto un jabalí.
El hombre que murió y la mujer que resultó herida en el condado de Hudspeth eran ambos de México, dijo el consulado.
SE DISPARA LA MEDIDA
El uso de monitores de tobillo GPS (tobilleras electrónicas) en migrantes por parte de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos “se disparó a casi 41 mil”, revela un informe del Centro de Información y Acceso de Registros Transaccionales de la Universidad de Syracuse, en Nueva York.
Investigadores afirmaron que el ICE aumentó el uso de monitores de tobillo y teléfonos inteligentes para monitorear migrantes que se encuentran en proceso de deportación, quienes no constituyen una amenaza real para la seguridad púbica o nacional de Estados Unidos.
Los dispositivos electrónicos forman parte del programa Alternativas de Detención (ATD) administrado por ICE. El sistema permite a los extranjeros esperar en libertad la resolución de sus casos en la Corte de Inmigración.
La cantidad de personas en el ATD “ha superado oficialmente las 300 mil personas por primera vez, alcanzando las 316 mil 700 (desde que fue implementado), de acuerdo con los datos que se publicaron la semana pasada.