El presidente de Guatemala ordenó este domingo la suspensión de clases a nivel nacional el 10 y 11 de octubre, como prevención ante la llegada de la tormenta Julia.
“Hemos girado instrucciones para que se suspendan las clases en todo el país este lunes y martes”, dijo el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, durante una conferencia de prensa esta noche de domingo.
La medida fue tomada para disminuir la movilidad de las personas durante las próximas horas en las que se espera que todo el territorio esté bajo la influencia de la tormenta tropical Julia, agregó el mandatario guatemalteco.
La suspensión se aplica para establecimientos públicos y privados, según el boletín del Ministerio de Educación del país centroamericano.
Guatemala se mantiene bajo alerta roja institucional decretada por las autoridades locales el pasado viernes por la vulnerabilidad ante la tormenta.
Por su parte, el Ministerio de Educación de Nicaragua informó este domingo que suspendió las clases en las escuelas del país, por al menos un día, para evitar riesgos tras el paso de Julia, que no produjo víctimas pero dejó daños materiales.
“Se procede a la suspensión de clases en todos los centros de estudios, públicos y privados, para este lunes 10 de octubre de 2022”, informó el Ministerio de Educación, en un comunicado.
Las autoridades educativas nicaragüenses tomaron la decisión con base en la alerta roja decretada por el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), en horas de la tarde.
La suspensión de clases forma parte “parte de las medidas de protección y seguridad de niñas, niños, adolescentes y jóvenes del subsistema de educación básica y media en todo el territorio nacional, y en coherencia a la declaratoria de alerta roja”, indicó el Ministerio de Educación.
Abarcará a más de 1,7 millones de estudiantes y más de 10 mil centros escolares en toda Nicaragua.
Previamente algunos centros educativos privados y universidades, tanto estatales como privadas, habían anunciado la suspensión de clases.
A pesar de que Julia abandonó Nicaragua la tarde de este domingo, las autoridades locales creen que el riesgo de desastres ha aumentado, debido a que los suelos saturados y las lluvias persistentes, producto del agua que el ciclón arrastra desde el océano Pacífico, podrían ocasionar inundaciones y deslizamientos de tierra repentinos.