El CITES, considerado el acuerdo más importante sobre la protección de especies a nivel mundial, acordó examinar el avance de México para detener la pesca ilegal de totoaba, que ha puesto al borde de la extinción a la vaquita marina, y, de no haber progresos, impondrá sanciones al país a principios de 2023, dijo el miércoles un miembro de la convención.
Reunidos en Panamá hasta fines de la próxima semana, el comité de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) decidirá en febrero si impide a México exportar animales y vegetales bajo sus esquemas, lo que supondría un golpe a la economía del país.
“Si no presentan en febrero ese plan, la recomendación es que se suspenda todo el comercio de productos de especies CITES”, dijo a Reuters Juan Carlos Vásquez, jefe del servicio jurídico de la convención. “Es la medida más fuerte que nosotros en CITES tomamos”, agregó.
La decisión, explicó Vásquez, se tomó el domingo ante la oposición de la delegación mexicana, que pidió volver a analizar el tema la próxima semana. Reuters solicitó comentarios a la Secretaría de Medio Ambiente de México pero no fue posible obtenerlos de inmediato.
En el último lustro, la vaquita marina, la marsopa más pequeña del mundo y que es endémica del alto Golfo de California, ha visto disminuir drásticamente su población al punto que hoy es considerada una especie en “grave peligro de extinción”, con menos de 20 ejemplares, según diversos cálculos.
La vaquita queda atrapada en las redes de los pescadores furtivos de totoaba, otro pez que también se encuentra en peligro de extinción, víctima de la gran demanda china por su vejiga natatoria, usada en sopas gourmet para mejorar la circulación y la potencia sexual, y para el cuidado de la piel.
“Es una situación donde también tienen un rol importante Estados Unidos, como país de tránsito, y China, como país de consumo, y lo ideal es que (…) se articulen los esfuerzos de esos tres países no sólo de México”, explicó Vásquez.
Un reciente informe de la ONG Centro para la Diversidad Biológica, concluyó que el aumento significativo del tráfico de vida silvestre en México está poniendo bajo presión a la biodiversidad del país, una de las naciones con mayor fauna y flora del mundo.