Armenia anunció que se niega a acoger en 2023 maniobras militares de una alianza liderada por Rusia, en medio del descontento con Moscú por el bloqueo de una ruta vital de suministro al enclave de Nagorno Karabaj.
“Armenia no considera apropiado realizar ejercicios de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) este año. Estos ejercicios no tendrán lugar”, declaró el primer ministro Nikol Pashinyan en una rueda de prensa.
Según Pashinyan ya se informó de la decisión a los dirigentes de esta alianza militar, que reúne a varias antiguas repúblicas soviéticas.
Armenia reprocha a la OTSC negarse a condenar las acciones de Azerbaiyán y a Rusia no cumplir con su rol de “garante de la seguridad” del país.
Armenia esperaba acciones específicas de parte de sus socios rusos y otros socios en el ámbito de la seguridad. Pero dijeron a Ereván que las fronteras de Armenia y de Azerbaiyán no estaban delimitadasdijo Pashinian.
Asimismo, Armenia acusa a las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj de inacción, mientras que los azerbaiyanos llevan varias semanas bloqueando el corredor de Lachin, una ruta vital de suministro al disputado enclave.
"El contingente ruso de mantenimiento de la paz debe garantizar el funcionamiento normal del corredor de Lach", ininsistió Pashinyan.
Ereván también criticó a Moscú por no desempeñar su papel de mediador durante los violentos enfrentamientos en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán en septiembre, cuando el Gobierno armenio había pedido ayuda a la OTSC, de la que es miembro.
Preguntado por las críticas de Pashinyan, el Kremlin trató de calmar los ánimos y afirmó que Armenia es un “aliado muy cercano” con el que Rusia continuará el diálogo, incluso sobre cuestiones delicadas.
En 2020, Arzerbaiyán y Armenia libraron una guerra de seis semanas por el control de la región mayoritariamente armenia de Nagorno Karabaj.
El conflicto se cobró más de 6 mil 500 vidas y terminó con una tregua mediada por Rusia en la que Ereván cedió territorios que había controlado durante décadas y Moscú envió fuerzas de paz a Karabaj.
Turquía, principal proveedor de armas de Azerbaiyán, respaldó a Bakú en el conflicto. A pesar del fin de los combates, persisten las tensiones en torno a sus fronteras.
En mayo de 2021, Armenia acusó a Azerbaiyán de violar su integridad territorial y desplazar tropas a su territorio.