El Congreso de Perú rechazó anoche el adelanto de las elecciones generales para octubre y el recorte del mandato presidencial al 31 de diciembre de este año, como una salida a la grave crisis que vive el país, con protestas que continúan reclamando la renuncia de la mandataria Dina Boluarte, el cierre del Congreso, nuevas elecciones para 2023 y la convocatoria a una asamblea constituyente.
Con 45 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones, no se alcanzó el proyecto de reforma constitucional del texto sustitutorio de comicios generales para 2023 y se suspendió la sesión para el próximo lunes.
Horas antes, el pleno del Congreso aprobó reconsiderar el adelanto del llamado a las urnas para finales de 2023 en lugar de en abril de 2024, tal y como aprobaron en un primer momento los congresistas.
La moción para adelantar las elecciones fue entregada el jueves por el encargado de la Comisión de la Constitución, Hernando Guerra García, perteneciente a la fujimorista Fuerza Popular, con el objetivo de paliar la crisis gubernamental y social que tiene lugar en Perú desde hace siete semanas tras la destitución del ex presidente Pedro Castillo por haber intentado disolver el Congreso.
La propuesta de Guerra García era la de reconsiderar el aval del pasado 20 de diciembre, donde se aprobó en primera instancia la celebración de las elecciones anticipadas el próximo abril de 2024; sin embargo, el congresista fujimorista descartó que el eventual adelanto de los comicios permita incluir en la votación la convocatoria a una asamblea constituyente, como piden los partidos de la izquierda, informó la agencia de noticias peruana Andina.
“Esperamos que la izquierda vote por 2023 o estarán en lo mismo. La izquierda tiene una doble moral y está llevando nuestro país al caos”, expuso Guerra García.
El viernes 27 de enero, Boluarte exhortó al Legislativo a que fijara “la fecha y hora” para adelantar a 2023 la votación por nuevo presidente con el fin de sacar al país del “atolladero”.