La jefa de la Administración Federal Antidrogas (DEA), Anne Milgram, se quejó ante el Senado de que el gobierno de Estados Unidos recibe insuficiente cooperación por parte de México en intercambio de información sobre decomisos de fentanilo y precursores químicos, en permitir la destrucción conjunta de laboratorios clandestinos y en el arresto y extradición de narcotraficantes.
Ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Milgram sostuvo que la principal prioridad operativa internacional de la DEA es derrotar a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), por ser “responsables de impulsar la epidemia de intoxicación por drogas en los Estados Unidos”.
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“Esos dos cárteles dominan toda la cadena de abasto internacional de fentanilo. Empiezan en China, donde están comprando precursores químicos para hacer fentanilo; después llevan esos químicos a México, donde producen fentanilo a nivel masivo, primero polvo y luego píldoras de receta falsas”, relató ante los senadores. “La DEA está enfocando sus recursos para contrarrestar esta amenaza mundial”, remarcó.
Milgram reveló la creación de dos fuerzas de tarea integradas por 332 agentes especiales en 66 países, incluidos analistas de inteligencia, científicos de datos y expertos en química y finanzas ilícitas, pues, aseguró, los dos cárteles operan en 40 países, incluido Estados Unidos. “Ahora estamos confiscando fentanilo en los 50 estados del país y es la mayor amenaza de drogas que Estados Unidos ha enfrentado en su historia”, sostuvo.
Ante los senadores, la jefa de la DEA se quejó de que en el caso de México “no estamos obteniendo información sobre decomisos de fentanilo. No estamos obteniendo información sobre decomisos de precursores químicos y ese tipo de información es vital para los dos países”.
En segundo lugar, dijo la funcionaria, “estamos muy preocupados por los laboratorios clandestinos en México. Y hemos ofrecido y continuamos ofreciendo trabajar en alianza con autoridades mexicanas para desmantelar y demoler conjuntamente esos laboratorios clandestinos por todo México”.
Finalmente, mencionó el juicio de Genaro García Luna en Nueva York y dijo que le gustaría que México arrestara y extraditara a Estados Unidos a más narcotraficantes.
El presidente del comité, el senador demócrata Robert Menendez, secundó la queja de Milgram y dijo que no percibe voluntad del gobierno mexicano para confrontar la crisis de fentanilo. “No sé cuántas vidas más se tienen que perder para que México se comprometa”, dijo.
En su testimonio escrito al comité senatorial, Milgram reveló que el Cártel de Sinaloa ya opera en 15 de los 32 estados del territorio mexicano, mientras que el CJNG, en 21. “El modelo de negocios que utilizan los cárteles de Sinaloa y Jalisco es crecer a toda costa, sin importar cuánta gente muere en el proceso. Se están involucrando en una traición deliberada y calculada para engañar estadounidenses e impulsan la adicción para lograr mayores ganancias”, indicó.
De acuerdo con la DEA, a los cárteles mexicanos les cuesta tan sólo 10 centavos producir una falsificación con fentanilo, la cual se vende en Estados Unidos por entre 10 y 30 dólares por píldora.