En un acto positivo ante el incremento por la tensión del conflicto bélico, autoridades rusas y ucranianas intercambiaron 202 prisioneros de guerra, 101 de cada bando, como un gesto humanitario.
Un total de 100 soldados ucranianos, incluyendo 63 que resistieron en la planta acerera Azovstal de Mariupol, forman parte del contingente intercambiado. A ellos se suma un civil, quien ostentara el cargo de alcalde de Energodar, ciudad que se encuentra en manos del ejército ruso desde marzo de 2022.
Energodar, ciudad a poca distancia de la planta de energía atómica de Zaporiyia, fue una de las primeras localidades que cayeron tras el inicio de la incursión rusa en Ucrania, la cual inició en febrero del año pasado.
Los militares elegidos en el intercambio provienen de una lista de heridos que las autoridades ucranianas compartieron con sus pares rusos para realizar esta acción, formalizada durante unas recientes conversaciones en Turquía.
“Estoy contento por cada una de las más de 100 familias ucranianas cuyos hijos, hermanos y esposos están volviendo a casa”, señaló el presidente Volodimir Zelenski tras conocer el éxito del intercambio.
Desde el inicio de la guerra, alrededor de 2 mil civiles y militares ucranianos han sido liberados tras ser negociados por una igual cantidad de prisioneros rusos, en alrededor de 35 intercambios realizados durante la guerra.
Las autoridades ucranianas señalan que aún hay miles de soldados en manos del ejército ruso, pero que harán lo imposible para lograr que ellos vuelvan a sus lugares de origen.
“Seguiremos trabajando. Queremos que todos vuelvan a casa”, señaló mediante su cuenta de Twitter Andriy Yermak, uno de los asistentes más cercanos al presidente ucraniano.