El Gobierno griego indemnizará con una pensión de 1.600 euros a los familiares de las 57 victimas mortales que dejó el accidente ferroviario del 28 de febrero en Grecia central, según un comunicado emitido hoy por el ministerio de Finanzas.
Cada familia recibirá una pensión mensual de unos 1.600 euros por cada miembro que perdió la vida en el accidente (existe el caso de unos padres que perdieron a sus dos hijas), que estará libre de impuestos y con efecto retroactivo desde el pasado 1 de marzo.
El monto es equivalente al cuádruple de la “pensión no contributiva nacional” y será ajustado cada año dependiendo de la fluctuación de esta.
Además, cada deuda hacia el Estado o banco – privado o nacional – que tengan las familias cercanas de las víctimas queda eliminada.
La noche del 28 de febrero un tren de pasajeros chocó frontalmente con uno de mercancías al norte de la ciudad de Larisa, y como consecuencia de la colisión, fallecieron 57 personas y varias decenas más resultaron heridas, en su mayoría jóvenes universitarios.
El siniestro, la mayor tragedia ferroviaria en la historia de Grecia, ha provocado una oleada de indignación contra el Gobierno conservador por no garantizar las medidas de seguridad pertinentes en la vía férrea.
Decenas de miles de personas protestaron contra el Ejecutivo el pasado día 8 en toda Grecia, en unas de las movilizaciones más grandes de los últimos años en el país.
El primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, asumió ayer, jueves, la responsabilidad política y reconoció la falta de medidas de seguridad que hubieran podido prevenir la tragedia.
Hasta el momento cinco jóvenes heridos permanecen en cuidados intensivos.