El presidente chino, Xi Jinping, manifestó a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que el desarrollo de China “abrirá nuevas oportunidades” para Brasil y el mundo, en una reunión de ambos líderes para reforzar sus lazos económicos y diplomáticos.
“China buscará un desarrollo de alta calidad, acelerará la creación de un nuevo paradigma de desarrollo y promoverá una apertura de alto nivel. Esto abrirá nuevas oportunidades para Brasil y los países de todo el mundo”, afirmó el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, difundido por medios estatales.
Durante su visita, Lula criticó el uso del dólar como moneda global, lanzó críticas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y se reunió con representantes de la compañía tecnológica china Huawei el jueves en Shanghái, antes de celebrar la cumbre ayer con Xi.
El dirigente brasileño está en el gigante asiático para impulsar los lazos económicos con el principal socio comercial de Brasil y afirmar que su país “está de regreso” a la escena internacional, con intenciones de convertirse en mediador en el conflicto en Ucrania.
Respecto de la invasión rusa de Ucrania, Lula y Xi afirmaron que “el diálogo y la negociación” son “el único modo factible” de resolver la crisis e instaron a otros países a tener un “papel constructivo” de cara a una solución política.
Ni Pekín ni Brasilia han impuesto sanciones contra Moscú, como han hecho las potencias occidentales y tratan de posicionarse como mediadores para alcanzar la paz.
“He firmado con el presidente Xi Jinping acuerdos entre nuestros países para avanzar en áreas como las energías renovables, la industria automotriz; agronegocios, líneas de crédito verdes, tecnologías de la información, salud e infraestructura”, tuiteo Lula, después de que una banda militar tocó los himnos nacionales.
El mandatario brasileño asistió antes a una ceremonia en el Monumento a los Héroes del Pueblo en la plaza de Tiananmen y se reunió con el primer ministro, Li Qiang, antes de su reunión con Xi. De regreso al poder en enero después de sus dos mandatos entre 2003 y 2010, Lula busca posicionar a Brasil en la geopolítica internacional tras los años de aislacionismo de su predecesor Jair Bolsonaro.
“La época en que Brasil estaba ausente de las grandes decisiones mundiales ya es cosa del pasado”, aseguró en Shanghái, desde donde partió antenoche hacia Pekín.
El líder izquierdista se reunió con el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji. “Queremos elevar el nivel de la colaboración estratégica entre nuestros países, ampliar los flujos de comercio y, junto a China, equilibrar la geopolítica mundial”, tuiteó Lula, anexo a una imagen con Zhao.
Ambos países criticaron a Estados Unidos, Europa y otros países desarrollados que no cumplieron los compromisos de las negociaciones de la Organización de Naciones Unidas sobre el clima de 2019 en Copenhague.