Este 22 de abril, hoy sábado, se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una fecha marcada en los calendarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para buscar concientizar a la población acerca de los problemas de la contaminación, la superpoblación, y la importancia de conservar la biodiversidad.
Esta fecha tiene como objetivo alentar a todos, personas y organizaciones, a realizar actividades que tengan que ver con el cuidado de la naturaleza, tales como aprovechar las energías limpias, cuidar el agua, optar por moverse en vehículos sustentables, minimizar el desperdicio de alimentos y reciclar, por mencionar algunas acciones.
¿Cuándo se originó el Día de la Tierra?
El Día de la Tierra tiene origen en los años 60, cuando surgió de una protesta masiva entre estudiantes y otras movilizaciones.
Fue el 22 de abril de 1968 cuando los Servicios de Salud Pública de Estados Unidos organizaron una conferencia medioambiental para que estudiantes pudieran escuchar a científicos y expertos en medio ambiente hablando sobre los efectos del deterioro de la biodiversidad en la salud de las personas. A partir de entonces, se dedicaron a plantear el Día Mundial de la Tierra.
Fue en el año 2009 cuando la ONU declaró el 22 de abril como el Día Mundial de la Madre Tierra.
¿Que decir sobre el Día de la Tierra?
Las nuevas generaciones han crecido con el tema de la concientización desde el colegio, algo que no sucedía en años anteriores. Sin embargo, a pesar de ello, el planeta cuenta con una oportunidad para reducir el impacto negativo ambiental y todo está en manos de sus únicos habitantes con capacidad de razonar, que son los humanos.
Para abordar el cambio climático, es necesario adoptar medidas de mitigación y adaptación en todos los sectores de la sociedad. Esto implica reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de energías renovables, mejorar la eficiencia energética, reducir el consumo de carne y promover la movilidad sostenible, entre otras acciones.
Además del cambio climático, la degradación de la biodiversidad es otro problema ambiental importante. La actividad humana está causando la pérdida de hábitats naturales y la extinción de especies, lo que tiene consecuencias graves para el funcionamiento de los ecosistemas y para la seguridad alimentaria y la salud humana.