El Ejército ruso ha desplegado en el campo de batalla en Ucrania el T-14 Armata, conocido como el tanque del futuro, según informó hoy una fuente oficial a la agencia RIA Nóvosti.
“Las tropas rusas han comenzado a emplear los novísimos tanques Armata para atacar las posiciones ucranianas”, explicó la fuente.
Eso sí, agregó que “en las acciones de asalto directas no están participando” y precisó que esos tanques han sido equipados con protección adicional “contra munición antitanque”.
Los Armata estuvieron desde finales del pasado año demostrando su efectividad en polígonos militares de una de las dos repúblicas populares del Donbás anexionadas por Moscú (Donetsk y Lugansk), señaló.
A principios de año el Ministerio de Defensa del Reino Unido ya había informado sobre el posible despliegue de los T-14 rusos en el país vecino.
“Cualquier despliegue de los T-14 es probablemente una decisión de alto riesgo para Rusia. En sus once años en desarrollo, el programa ha sufrido retrasos, reducción de la flota planificada e informes de problemas de fabricación”, informó.
Según fuentes independientes, la producción de los T-14 se aplazó, pero se habría reanudado coincidiendo con el comienzo de la contienda.
Londres también opinó que a Moscú puede resultarle complicado ajustar su cadena logística a los T-14, que son mayores y más pesados que otros tanques rusos, cuyo despliegue sería, entonces, simplemente un gesto propagandístico.
La llegada de los Armata coincide con el suministro de tanques y carros de combate occidentales a Kiev, que incluye los Leopard alemanes y los Challenger británicos, mientras los Abrams estadounidenses no aterrizarán hasta la segunda mitad del año.
Ante los retrasos en el envío de la munición occidental, Ucrania asegura que no lanzará la esperada contraofensiva hasta que reciba los tanques, misiles de largo alcance y proyectiles para artillería necesarios para ello.
Según sus constructores, el Armata supera a sus homólogos occidentales en aspectos como la cápsula blindada que garantiza la seguridad de sus tripulantes y el cañón de 152 milímetros.
También tiene la capacidad de pasar prácticamente desapercibido para los radares enemigos y controlar simultáneamente hasta 40 blancos terrestres y 25 blancos aéreos en un radio de 100 kilómetros.