Alemania pidió el martes que los gobiernos de todo el mundo trabajen para fijar un ambicioso objetivo de energía renovable que “dé inicio al final de la era de los combustibles fósiles” y ayude a evitar un peligroso calentamiento global.
Al inicio de una reunión de dos días en Berlín con docenas de enviados climáticos, la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, señaló que el mundo debe recortar de forma drástica sus emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius (2.7 grados Fahrenheit).
“Pero sabemos que no todos los países están preparados para hacerlo”, dijo. “Por eso quiero abrir el debate (...) sobre si debemos y podemos alcanzar un objetivo sobre renovables en la próxima conferencia climática”.
La propuesta de Baerbock cambiaba la conversación respecto a los esfuerzos previos de marcar un plazo límite para abandonar todos los combustibles fósiles, y que enfrentaban una férrea resistencia de las grandes naciones exportadoras de gas y petróleo. Esos países, en cambio, proponían la idea de capturar emisiones de efecto invernadero como forma de reducir los gases que calientan el planeta. Los científicos dicen que esas tecnologías de captura y almacenaje de dióxido de carbono no se han demostrado a escala y podrían requerir enormes inversiones a expensas de alternativas más baratas como la energía solar y la eólica.
En un discurso ante funcionarios de unos 40 países asistentes al Diálogo Climático de Petersberg en la capital alemana, Baerbock dijo que las energía renovables como la solar y la eólica ya son la forma más eficaz por coste para generar energía en la mayoría de los lugares del mundo.
“Nuestro objetivo para (la conferencia climática) en Dubái debe ser iniciar el final de la era de los combustibles fósiles”.
La idea fue recibida con frialdad por Emiratos Árabes Unidos, que organizará la cumbre climática de Naciones Unidas este año.
“En una transición energética pragmática, justa y bien gestionada, debemos centrarnos por entero en reducir de forma gradual las emisiones de combustibles fósiles, al tiempo que se amplían de forma gradual las alternativas viables y asequibles de cero dióxido de carbono”, dijo Sultan al-Jaber, exdirectivo de la industria petrolera y que presidirá la cumbre COP28 entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre. En su intervención hizo especial énfasis en la palabra “emisiones”.
“Sabemos que las energías utilizadas hoy seguirán siendo parte de la mezcla energética global durante el futuro previsible”, añadió. “Por lo tanto, trabajaremos con el mundo para eliminar el dióxido de carbono del sistema energético actual mientras construimos uno nuevo, capaz de transformar incluso a las industrias con más emisiones”.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido que se abandone por completo el uso de combustibles fósiles, a los que se atribuye la mayoría del calentamiento global producido desde el inicio de la era industrial, y advierte que de lo contrario es posible que no se alcance el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a 1.5 grados Celsius.
Pero por ahora sólo el carbón está en la vía de salida, con un compromiso de las naciones logrado hace dos años para reducir su uso de forma gradual.
Los activistas medioambientales señalan que también deben encontrarse soluciones para millones de trabajadores en el sector del carbón, el petróleo y el gas para poder abandonarlos con éxito, así como fuentes alternativas de energía para muchos que siguen dependiendo de los combustibles fósiles baratos.
“Lo que tenemos que ver en la COP28 no es sólo el abandono gradual de los combustibles fósiles, sino el abandono equitativo de los combustibles fósiles”, dijo Harjeet Singh, líder de estrategia política global en Climate Action Network International.
Los diplomáticos también abordarán cómo acelerar varias formas de ayuda financiera para los países en desarrollo más afectados por el cambio climático.
Baerbock señaló que la promesa de que los países ricos proporcionasen 100 mil millones de dólares al año a países pobres desde 2020 alcanzaría su cifra objetivo por primera vez este año.
Otro fondo acordado el año pasado en la cumbre climática en Egipto aún se está configurando.
El enviado climático de Estados Unidos, John Kerry, dijo que la cantidad total necesaria para ayudar a todos los países a hacer la transición económica a una economía verde ascenderá a billones de dólares. Los expertos dicen que además de la ayuda, el sector privado tendrá que aportar grandes sumas. Se han barajado otras fuentes de financiamiento como impuestos a las emisiones de los viajes aéreos y marítimos.
La ministra paquistaní de Clima, Sherry Rehman, dejó clara la impaciencia de los países como el suyo, que aún sufre los efectos de las devastadoras inundaciones del año pasado.
“Queremos avanzar en hallar vías de financiamiento climático que sean reales, que sean aplicables y que se entreguen a tiempo sin complicaciones burocráticas institucionalizadas a los países necesitados y países en catástrofes climáticas”, dijo a periodistas en Berlín.