La Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó este domingo (14.05.2023) que las inundaciones que afectaron a la zona central de Somalia causaron la muerte de al menos 22 personas y afectaron a más de 450.000. Asimismo, elevó a más de 200.000 el total de somalíes que debieron abandonar sus hogares.
El agua "inundó hogares y tierras de labranza. Arrastró ganado, causó el cierre temporal de escuelas y centros de salud y dañó carreteras", señaló la agencia en un informe sobre la situación.
"Las primeras estimaciones indican que las inundaciones repentinas y fluviales en Somalia afectaron al menos a 460.470 personas, de las cuales casi 219.000 tuvieron que dejar sus hogares y 22 fallecieron en 17 distritos", agregó OCHA.
Las fuertes lluvias caídas a principios de semana hicieron que el agua entrara en las casas de la ciudad de Beledweyne, en la región de Hiran, sumergiendo construcciones y carreteras mientras los residentes andaban por las calles inundadas en busca de refugio. La catástrofe se suma a una sequía sin precedentes que dejó a millones de somalíes al borde de la hambruna, y a una nación que lleva décadas luchando contra la insurgencia islamista.
Harán falta más lluvias
Como aspecto positivo, la OCHA señaló que "las lluvias están recargando las fuentes de agua superficiales y permitiendo que se regenere la vegetación, lo que es importante para la supervivencia humana y del ganado, en un momento en que gran parte del país se tambalea por el impacto de la peor sequía en cuatro décadas".
Agrega que, pese a ello, "harán falta muchas más precipitaciones para paliar eficazmente el impacto de la reciente sequía”.
Según un pronóstico de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se esperan más lluvias de moderadas a fuertes en varias zonas del país entre el 10 y el 17 de mayo. Cinco temporadas de lluvia fallidas en el Cuerno de África, incluyendo Etiopía, Kenia, Yibuti y algunas partes de Uganda, han desplazado de sus hogares a más de 1,4 millones de personas en Somalia y han matado a 3,8 millones de cabezas de ganado.
Asimismo, según un estudio presentado el pasado marzo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta 43.000 personas podrían haber muerto en 2022 a causa de la sequía, la mitad de ellas niños menores de cinco años.