El Congreso de Ecuador inició este martes el juicio político contra el presidente conservador Guillermo Lasso, a quien la mayoritaria oposición de izquierda pretende destituir en medio de una crisis institucional.
En un contexto de aumento de la violencia ligada al narcotráfico y de descontento popular por el costo de la vida, lo que puede ser el fin del gobierno de derecha es para el principal bloque de izquierda una oportunidad para recuperar fuerzas de la mano de su líder, el exmandatario Rafael Correa, prófugo en Europa y condenado a ocho años de cárcel.
Con la asistencia de 109 de sus 137 miembros, la unicameral Asamblea Nacional abrió la sesión en Quito con la presentación del caso y los primeros argumentos para encausar al mandatario por el presunto delito de peculado.
"Los ecuatorianos nos exigen que solucionemos sus problemas cotidianos y pongamos fin a una irracional confrontación que agota la paciencia de la población, que incrementa el desasosiego y debilita nuestra democracia", expresó Lasso por Twitter tras el arranque del juicio.
El mandatario, que no está condenado por el delito que se le acusa, confirmó en la misma red social que hacia el mediodía (17 horas GMT) del martes comparecerá ante la Asamblea para enfrentar un "JuicioSinPruebas". Los diputados interpelantes tienen dos horas para hablar en el hemiciclo antes de escuchar al presidente, en el poder desde 2021.
Entretanto, varias centenas de simpatizantes del oficialismo se concentraban de manera pacífica en los alrededores del Parlamento, que está acordonado por policías. En las afueras estaban instaladas pantallas gigantes, una de las cuales transmitía propaganda gubernamental.
Los seguidores del gobernante ondeaban banderas de Ecuador, lanzaban gritos contra los asambleístas y mostraban carteles con consignas como "¡Viva la democracia!" y "Defendemos la democracia y la paz".
Un juicio a un presidente "es uno de los puntos más graves del acto político entre la Asamblea y presidencia, entre dos poderes del Estado", comentó a la AFP el politólogo Esteban Nichols, de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito.
Los legisladores acusan al presidente de malversación de fondos públicos, lo que ha sido negado por Lasso y la oposición tampoco ha podido probar, a pesar de lo cual el proceso se ha mantenido y se espera que termine el próximo fin de semana cuando los asambleístas voten la moción de censura y destitución.
¿QUÉ LE ESPERA ESTA SEMANA AL PRESIDENTE ECUATORIANO?
La Asamblea ha convocado para las 10 (1500 GMT) a la sesión para el tramo final del juicio a Lasso, quien tiene previsto llegar al Legislativo hacia el mediodía acompañado de su gabinete y otras autoridades del Estado.
En esta sesión los acusadores tendrán dos horas para presentar las pruebas contra el presidente y luego el mandatario contará con igual plazo para presentar las pruebas de descargo. Después ambas partes tendrán una hora para eventuales réplicas.
Más tarde cada uno de los 137 asambleístas podrá hablar durante 10 minutos y luego habrá una pausa. Se espera que el fin de semana se produzca la sesión final en la que se decidirá la suerte de Lasso.
¿DE QUÉ ESTÁ ACUSADO LASSO?
Se lo acusa de no haber intervenido para impedir o denunciar una estructura de corrupción en el contrato de transporte de crudo hacia el exterior entre la empresa estatal Flota Petrolera Ecuatoriana y la empresa Amazonas Tankers, lo que habría causado un millonario perjuicio al Estado.
Los asambleístas aseguran que Lasso no se opuso al contrato ni al despido de un funcionario que había recomendado ponerle fin al acuerdo comercial.
El gobierno ha señalado que no hay pruebas de los perjuicios económicos causados y la Contraloría tampoco ha hallado pruebas de la acusación. No hay procesos penales con relación al tema.