Tres días después de que una explosión que Kiev atribuye a las fuerzas rusas volara una presa en el territorio que éstas controlan en el sur de Ucrania, las autoridades ucranianas hacen inventario de daños de una catástrofe que ha vertido sustancias tóxicas al río Dniéper y amenaza con provocar un brote de ántrax, llamándolo “ecocidio ruso”.
“Debido a la destrucción de la presa”, ha declarado el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, “depósitos de combustible, almacenes de sustancias químicas” y “almacenes de fertilizantes” han sido inundados por el agua.
Parte de los productos que se guardaban en estas infraestructuras han acabado vertiéndose en el Dniéper, en el que se encontraba la presa, o depositándose en los vastos terrenos y bosques anegados a ambas orillas de este río que desemboca en el Mar Negro.
“La polución y el veneno del área inundada van rápidamente a las aguas subterráneas, envenenan los ríos y de ahí entran en la cuenca del Mar Negro”, ha dicho el jefe del Estado ucraniano.
Zelenski ha advertido también de la inundación al sur de la presa de “al menos dos” terrenos en los que había enterrados animales infectados con ántrax, una enfermedad infecciosa y letal que afecta a las aves y los mamíferos, especialmente al ganado.
La emergencia de los restos de animales enterrados con ántrax son una de las formas que pueden producir los brotes de esta enfermedad, según los expertos.
El ántrax puede ser contraído por los humanos, que, sin embargo, no lo transmiten entre ellos.
Los dos cementerios de animales con ántrax inundados se encuentran, según el presidente, en la parte ocupada por Rusia de la provincia de Jersón, ribereña del río Dniéper y la más afectada por la catástrofe.
Ucrania ha advertido de la falta de reacción para mitigar el desastre de las autoridades rusas en la orilla del río que controlan.
En su balance de daños, Zelenski también ha señalado que en el “ecocidio ruso” se habrían anegado 50,000 hectáreas de bosque de las que “al menos la mitad morirán”.
“Decenas de miles de pájaros y al menos 20,000 animales salvajes están en riesgo de muerte”, ha añadido el presidente ucraniano, que ha acusado a Rusia de convertir la central hidroeléctrica de Nueva Kajovka en “una gran tumba para millones de seres vivos”.