Al menos 31 niños y adolescentes fallecieron en Perú como consecuencia del dengue y otros 45 mil 900 se han infectado con este virus en el que se considera ya el peor brote de la enfermedad en más de una década, según la ONG Save the Children.
En lo que va de 2023, se registraron más de 150 mil 294 nuevos casos de dengue en el país. Este dato es el mayor desde 2017, cuando se notificaron 74 mil casos en todo el año.
Este brote afectó a 18 de las 24 regiones del país y motivó que se declarara en ellas el estado de emergencia. El número total de víctimas mortales se ha elevado a 252 en todo el país.
Los niños, niñas y adolescentes representan más del 30 por ciento de todos los casos del último brote en Perú. Estos grupos de edad, ha señalado Save the Children, "son especialmente vulnerables a esta enfermedad porque su sistema inmunitario es más débil que el de los adultos y suelen jugar al aire libre, donde hay menos protección contra los mosquitos".
"Al igual que con el covid-19, nos afecta mucho, incluso mata a algunos niños, y muchos de nosotros ahora tenemos que volver a dar nuestras clases en casa. La gente está muy asustada", explicó Andrés, un adolescente de 16 años de la región de Lima.
Estas cifras ponen de manifiesto "la alta vulnerabilidad de la infancia a esta enfermedad y la necesidad de reforzar las medidas de prevención y control contra el dengue", tal y como apuntó Save the Children en su último comunicado.
El dengue es común en las zonas tropicales del mundo, y los brotes son típicos durante las estaciones lluviosas. Por ello, hacer frente a este brote ha sido un reto para Perú, cuyas condiciones climáticas — con altas temperaturas y las fuertes lluvias, intensificadas con la llegada del ciclón Yaku— generaron un ambiente ideal para la reproducción del mosquito transmisor del virus.
Fiebre, somnolencia, falta de energía, irritabilidad, erupción cutánea, vómitos y sangrado inusual son algunos de los síntomas más frecuentes de esta enfermedad, que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti.