Al menos 11 personas murieron y otras 14 resultaron heridas este miércoles en varios incidentes ocurridos en las dos provincias más pobladas de Pakistán a causa de las incesantes lluvias que golpean al país asiático.
Siete personas murieron en la ciudad de Lahore, en la provincia oriental de Punjab, por las lluvias sin precedentes que experimenta la región, informó hoy el jefe de Gobierno interino provincial, Mohsin Naqvi.
Otra persona falleció por ahogamiento en la localidad de Layyah, en Punjab mientras que al menos seis resultaron gravemente heridas en varios incidentes provocados por las fuertes lluvias, indicó por su parte la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres.
Lahore, además, "recibió hoy una precipitación récord de 291 mm" en 10 horas, dijo Naqvi a la prensa durante su visita a diferentes áreas afectadas por las inundaciones urbanas.
La provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa registró la muerte de al menos tres personas debido a la caída de árboles, precisó en un comunicado la Autoridad Provincial de Gestión de Desastres.
Además, "ocho personas resultaron heridas, 7 casas resultaron parcialmente dañadas mientras que una casa resultó completamente dañada", agregó el comunicado.
El Departamento Meteorológico de Pakistán (PMD, en inglés) advirtió a principios de esta semana que las fuertes lluvias monzónicas azotarían Islamabad, y ciudades principales como Lahore o Peshawar, en Khyber Pakhtunkhwa.
Ante esta situación, los equipos de emergencia reforzaron su presencia en las zonas más vulnerables del país, ya que se espera que estas lluvias persistan hasta el próximo sábado, según el último boletín del PMD.
Pakistán sufrió entre junio y octubre del pasado año las peores inundaciones desde 2010, que causaron la muerte de 1700 personas y un millón de cabezas de ganado, ocho millones de desplazados y afectaron en total a 33 millones de habitantes, la séptima parte de la población del quinto país más poblado del mundo.
Unos daños que, según organismos internacionales, requieren la donación de unos 16 300 millones de dólares en los tres próximos años para ayudar a la reconstrucción de este país asiático, que actualmente atraviesa una fuerte crisis económica.