Un volcán situado al suroeste de la capital de Islandia, Reikiavik, ha entrado en erupción por tercera vez en los últimos tres años y las autoridades han creado una zona de seguridad, aunque aseguran que de momento no hay daños a infraestructuras.
Se trata del volcán Fagradalsfjall, situado en la península de Reykjanes -a cuarenta kilómetros de la capital- que comenzó a arrojar lava la noche del lunes.
Las autoridades de Islandia pidieron a turistas y otros curiosos mantenerse alejados de un volcán que está disparando lava y gases tóxicos en el sudoeste del país.
El presidente islandés, Guðni Th. Jóhannesson, declaró en Twitter que “la defensa civil ha cerrado una amplia zona de manera temporal debido a los gases volcánicos. Por el momento observamos el espectáculo desde una distancia segura, admirados por la madre naturaleza”.
La erupción comenzó el lunes en la tarde luego de miles de temblores en el área, indicaron autoridades meteorológicas. Esta erupción surge 11 meses después de que concluyera oficialmente la última.
La zona, conocida como el volcán Fagradalsfjall, entró en erupción en 2021 y 2022 sin causar daños ni perturbar vuelos a pesar de estar cerca del aeropuerto de Keflavik, el principal de Islandia. El aeropuerto sigue abierto este martes.
Erupciones en Islandia
Islandia, sentada sobre una falla volcánica en el Atlántico norte, presencia en promedio una erupción cada cuatro o cinco años.
La más grande en tiempos recientes fue la de 2010, cuando estalló el volcán Eyjafjallajokull, escupiendo densas nubes de cenizas a la atmósfera y obligando a diversos países europeos a cerrar su espacio aéreo. Más de 100 mil vuelos fueron cancelados, dejando varados a millones de viajeros y paralizando el tráfico aéreo durante varios días por el temor de que las cenizas afecten los motores de los aviones.
En esta ocasión, la erupción se ha producido de momento como un brote de lava de una fisura, un tipo de fenómeno que los expertos entienden que no suele provocar grandes explosiones o columnas de ceniza.